Visible o no, el maltrato supone la utilización de poder y control sobre la víctima, lo que afecta severamente su salud mental.

Por: Neighbors’ Consejo|

El maltrato representa un grave problema social. Primero, por su alta ocurrencia y segundo, por las consecuencias no solo a nivel físico, sino también a nivel psicológico, que se da a largo y corto en plazo en la víctima.

El diccionario de Cambridge lo define como “el acto de tratar a una persona o animal mal, cruel o injustamente”. Por su parte, la Fundación Nemours, explica que el maltrato “consiste en que alguien lesiona o causa estrés emocional en otra persona”, lo que puede ocurrir en cualquier tipo de relación, como de pareja, familiar, amistad, etc., independientemente de la raza, edad, orientación sexual, religión, clase social o género. 

De acuerdo con los datos del Informe de Maltrato Infantil 2020, del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU y la Administración para Niños y Familias, Administración para Niños, Jóvenes y Familias, Oficina de Niños; durante el 2020 se realizaron 3,9 millones de informes de presunto maltrato infantil en los Estados Unidos, de los cuales se identificaron alrededor de 618.000 niños maltratados. Así mismo, según el sitio web de la Agencia Anadolu, los registros de la Línea Nacional de Violencia Doméstica de Estados Unidos, muestran que por cada minuto, unas 24 mujeres sufren violencia física por parte de su ex cónyuge o exnovio en todo el país, en suma, aproximadamente 12 millones de mujeres al año.

Ahora bien, en relación a las estadísticas de maltrato en otras tipologías, el Informe Anual de Estadísticas de Delitos de Odio del FBI, revela que más de 11,126 personas durante el 2020, resultaron ser víctimas de un delito de odio debido a su raza o etnia, orientación sexual, género, religión o discapacidad, un número que ha ido en aumento en los últimos años. (Oficina Federal de Investigaciones [FBI], 2021). Estos datos, permiten percibir que las tasas de maltrato son significativamente altas entre las diferentes poblaciones y en diversas formas, como se explicará más adelante.

Ahora bien, considerando el maltrato como un comportamiento violento o agresivo hacia una persona, se podría decir entonces, que son múltiples los tipos de maltrato que surgen alrededor de las relaciones humanas. En relación a esto, José Luis Linares en su libro Las formas del abuso: la violencia física y psíquica en la familia y fuera de ella”, explica que “el maltrato es el resultado de la interferencia del amor”, siendo su principal causa la necesidad de poder entre los seres humanos, esta provoca a una de las partes un trato desfavorable con potencialidad traumática y en algunos casos difícil de reconocer. En pocas palabras, la lucha entre el amor y el poder, tiende a provocar comportamientos que afectan negativamente el bienestar del individuo.

Para este autor, el maltrato se manifiesta en el conjunto de pautas relacionales que pueden afectar al individuo, ya sea física o psicológicamente, según sea el tipo de agresión. Por ejemplo: El maltrato físico, pone en riesgo la integridad física de la persona de forma directa e inmediata. Mientras que, en el caso del maltrato psicológico, este representa un riesgo más intenso, pero no inmediato, pues, a largo plazo afecta la madurez psicológica y la salud mental de las personas. (Linares, 2006)  

Conforme a lo anterior, el maltrato puede tomar diferentes formas y presentarse en diferentes contextos, siempre que se establezcan relaciones interpersonales, así entonces se pueden identificar los tipos de maltrato más comunes, como: 

  1. Físico: Se da cuando alguien causa una lesión en el cuerpo de otra persona, incluye formas como: Rascar, golpear, morder, estrangular, patear, lanzar objetos, tirar del pelo, empujar, zarandear, agarrar de la ropa o cualquier otra acción que provoque heridas o dolor físico a la víctima. (Manual MSD, 2022)
  2. Psicológico: Esta denominación, suele utilizarse de forma simultánea con el término abuso emocional, puede darse junto al maltrato físico, pero resulta muy dañino. Es difícil de reconocer ya que se extiende mediante las interacciones diarias. Este tipo de maltrato busca ganar y mantener el poder y el control sobre la víctima. Se manifiesta mediante formas como: el rechazo, aislamiento, humillación, causar terror, ignorar, insultos, intimida, amenazas, avergonzar, prohibiciones, decidir por la víctima, minimizar los logros o necesidades, manipulación como en el caso del gaslighting, etc. (WomensLaw.org., 2021)

Otras formas de maltrato pueden incluir o no, una combinación de las dos anteriores, como por ejemplo:

  1. Negligencia o abandono: Es la falta de satisfacción de las necesidades de alguien en situación de vulnerabilidad, como lo es un niño, un adulto mayor o una persona enferma o en condición de discapacidad, por parte del cuidador. Dichas necesidades pueden ser: fisiológicas, por ejemplo, de alimentación, vestido, vivienda; afectivas, como la falta de consuelo, amor; y, educacionales o médicas, que resultan de no proveer la atención requerida. Este tipo de maltrato provocado por una indiferencia suele ser un fenómeno invisible y silencioso, pero en su  mayoría crónicos y con peor pronóstico. (Ruiz & Gallardo, 2002).
  2. Abuso sexual: Cualquier actividad de caracter sexual no deseada. Incluye actos como: Acariciar, contacto oral con los genitales y relaciones sexuales genitales o anales, tambien exhibicionismo, voyerismo, exposición a la pornografía, entre otros. El impacto psicológico que llegue a generar, puede variar de acuerdo a la naturaleza de la agresión física y de la personalidad de la víctima. Este tipo de maltrato puede ser cometido por familiares, personas conocidas o desconocidas, y sus secuelas pueden nunca desaparecer. De acuerdo a las cifras del Centro Nacional de Recursos sobre Violencia Sexual (NSVRC por sus suglas en Ingles), en los Estados Unidos, una de cada tres mujeres y, uno de cada seis hombres experimentaron algún tipo de violencia sexual durante sus vidas. Y, una de cada cuatro niñas y uno de cada seis niños serán sexualmente abusados antes de que cumplan los 18 años.
  3. Bullying: Es un término muy utilizado en la actualidad, también bajo otros nombres como acoso escolar, maltrato entre iguales, violencia entre iguales, etc., hace referencia al maltrato físico y psicológico provocado principalmente en ambientes escolares. Se han identificado efectos a largo plazo, mediano y corto, en el desarrollo emocional, social y adaptativo de la víctima. Este tipo de maltrato representa una afectación grave, se ha relacionado con patologías físicas, psicosomática y de salud mental en niños, adolescentes y en la vida adulta, incluso en casos severos pueden llegar al suicidio. (Musalem & Castro, 2015)
  4. Digital o ciberbullying: Es una nueva modalidad del bullying, conocido también como ciberacoso o acoso cibernético. Se relaciona con todo acto agresivo y mal intencionado de un individuo que pretende dañar a otra persona, a través del uso de medios digitales de comunicación como: el correo electrónico, los mensajes del teléfono móvil, la mensajería instantánea, las redes sociales, etc. Incluye formas como: Insultos electrónicos, hostigamiento, denigración, suplantación, sonsacar y revelar información comprometedora de la víctima a otras personas, exclusión, ciberpersecución y “paliza feliz” o happy slapping, se graba en vídeo con el móvil de una agresión física a una persona y luego se cuelga en la red para que lo vean miles de personas. (Landazabal, 2011).
  5. Mobbing o hostigamiento laboral: Es un tipo de maltrato donde la víctima es expuesta a entornos abusivos en su lugar de trabajo, esto le provoca incertidumbre e inseguridad, que al ser prolongado, le lleva a sentir angustia, estrés, ansiedad, depresión y además socavar su autoestima. El mobbing está orientado a forzar la renuncia de la víctima independiente de quien la causa. Sin duda alguna, este tipo de situaciones influyen negativamente en el clima laboral y la productividad de la empresa. (Kacmar et al., 2013)
  6. Económico: Generalmente se da en la pareja o con un adulto mayor, es una forma de violencia doméstica y se relaciona con actos como la retención de dinero, el robo de dinero, el restringe del uso de los recursos económicos, entre otros. (WomensLaw.org., 2021)
  7. Institucional: Partiendo de lo planteado por Lorenzo Salamanca (2018) con base Martinez y Sanchez (1989), este tipo de maltrato corresponde a cualquier acto u omisión, de las instituciones públicas o privadas, a partir del cual se comete abuso, negligencia y malestar del individuo o comunidades, en temas relacionados con su salud, seguridad, bienestar físico y emocional, etc.

Cada uno de estos tipos de maltrato, puede darse en diferentes contextos, edades, clase social, etc., lo que refleja la complejidad de este fenómeno y su impacto a nivel mundial. Sin embargo, sin restar importancia a cada una de las tipologías, este artículo profundizará en las consecuencias para la salud mental del maltrato psicológico y emocional.

En particular, el maltrato psicológico es difícilmente visible, pues no deja una marca física, pero sí una huella psicológica profunda, que interfiere en la salud mental de la víctima. Como ya se mencionó arriba, este tipo de maltrato surge con el fin de controlar a la otra persona, a través de la crítica, la vergüenza, la culpa, la manipulación, etc., lo que afecta emocional y psicológicamente a la víctima, con repercusiones en su salud mental.

Este tipo de maltrato de forma prolongada, produce secuelas que afectan notablemente el desarrollo psicológico, emocional y conductual del individuo, lo que implica necesariamente una atención profesional. Algunas de las consecuencias son enumeradas en los siguientes ítems (Marín, 2015; Gómez de Terreros, 2006) :

  1. A nivel de pensamientos: Como sentimientos de baja autoestima, impotencia e inutilidad, indecisión, verguenza, culpa, visión negativa de la vida y de sí mismo, inseguridad, sentimientos de, síntomas de ansiedad y depresión, , mecanismos de afrontamiento de huida, así como ideas de suicidio.
  2. Sobre la salud emocional: Como desequilibrio emocional, personalidad borderline o límite, falta de respuestas emocionales apropiadas, problemas de control del impulso, ira, irritabilidad, estrés, conductas autolesivas, alteración en los patrones de sueño, trastornos de la alimentación y adicción a sustancias.
  3. Sobre las habilidades sociales: incluyendo conducta antisocial, problemas de vinculación afectiva, competencia social limitada, falta de simpatía y empatía, aislamiento social, dificultad para ajustarse a las normas, mala adaptación sexual, dependencia emocional, agresividad y violencia,  y delincuencia o criminalidad.
  4. Sobre el aprendizaje: Bajo rendimiento escolar, dificultades de aprendizaje y dificultades en el desarrollo moral.
  5. Sobre la salud física: Fatiga, quejas somáticas, un estado pobre de salud y alta mortalidad, autolesiones.

Con las consecuencias aquí mencionadas, se demuestra la gravedad y lo patológico del maltrato, por lo que se hace necesario la búsqueda de ayuda profesional para encontrar una salida a la relación tóxica generada por la violencia psicológica. En este sentido, es importante mencionar que diferentes estudios sugieren la relación existente entre el maltrato psicológico y la dependencia emocional en las relaciones de pareja (Martín & Moral, 2019), puesto que las evidencias muestran que, a medida que aumenta el abuso mayor será la dependencia, esta variación es explicada en su mayoría por el factor autoengaño dentro de la relación.

En relación a esto, Moral et al., (2010), plantea que el dependiente aprende a mentir a los demás y a sí mismo como respuesta adaptativa a sus propios vínculos desadaptativos como por ejemplo: los chantajes, los desprecios e idealizaciones, enganches emocionales, etc. En pocas palabras, el dependiente usa el autoengaño como medio para distorsionar o encubrir su realidad, prefiere en cambio sostener sus creencias, pensamientos, sentimientos, deseos o necesidades afectivas sobre la relación, a partir de las distorsiones de la realidad socioafectiva que crea, como parte de la supervivencia de la relación.

Lo anterior, se considera una de las grandes problemáticas para la detección, manejo y control de este tipo de comportamientos, especialmente cuando se da en entornos familiares o vulnerables, lo que sin duda empeora el daño psicológico y evita la protección de la persona.

Entonces, es importante realizar un acompañamiento psicológico profesional, que le apoye en el proceso de aceptación, recuperación de autoestima, transformación de sentimientos como la culpa, la vergüenza, la inseguridad, etc., la modificación de patrones de interacción disfuncionales, y la propia transformación de la relación de maltrato psicológica y emocional. Hay que anotar que este acompañamiento no es estándar, dependerá de las características de la víctima, de la gravedad del maltrato y de las propias secuelas de la agresión.

Para finalizar, ser maltratado física o psicológicamente, es quizá una de las experiencias más difíciles para el ser humano, las huellas visibles e invisibles que este provoca, repercuten en la vida durante años, tanto para la salud, como para el bienestar de la persona. Ahora bien, las cifras de los casos de maltrato en sus múltiples tipologías son alarmantes, por lo que, identificarlos y terminar con ellos, resulta ser una necesidad y un requerimiento de la salud mental.

Por ello, lo invitamos a que si usted es víctima o identifica algunas señales en otra persona, que pueda estar pasando por este tipo de maltrato o cualquier otro, busque ayuda inmediatamente y establezca una ruta para denunciar e iniciar un manejo integral de este hecho.

Referencias:

Centro Nacional de Recursos sobre Violencia Sexual (NSVRC). (s. f.). Estadísticas, Violencia Sexual en los Estados Unidos. Recuperado de: https://www.nsvrc.org/es/node/4737#footnote-o

Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU,. Administración para Niños y Familias, Administración para Niños, Jóvenes y Familias, Oficina de Niños. (2020) Maltrato Infantil 2020. Recuperado de: https://www.acf.hhs.gov/sites/default/files/documents/cb/cm2020.pdf

Gómez de Terreros, M. (2006). Maltrato psicológico. Cuadernos de medicina forense, (43-44), 103-116. Recuperado de:

Kacmar, K. M., Whitman, M. V., & Harris, K. J. (2013). The lingering impact of abusive supervision. Journal of Applied Management and Entrepreneurship, 18(3), 51. Recuperado de: https://www.researchgate.net/profile/Talat-Afza-2/publication/259810552_Virtual_Leaps_in_Distance_Education_A_Conversation_with_Dr_Naveed_A_Malik_Founding_Rector_of_the_Virtual_University_of_Pakistan/links/0a85e52df79bf77a26000000/Virtual-Leaps-in-Distance-Education-A-Conversation-with-Dr-Naveed-A-Malik-Founding-Rector-of-the-Virtual-University-of-Pakistan.pdf#page=55

KidsHealth Nemours. (Noviembre, 2020). Maltrato: Lo que debes saber. Revisado por; Deutsch, Stephanie & Dovi, Allison. Recuperado de: https://kidshealth.org/es/teens/abuse.html

Landazabal, M. G. (2011). Bullying y ciberbullying: conceptualización, prevalencia y evaluación. Ed. Fac. Psicol. Univ. País Vasco. Recuperado de: https://www2.uned.es/pfacs-maltrato-infantil/aLF/adjuntos/BullyingCiberbullying.pdf

Linares, J. L. (2006). Las formas del abuso: la violencia física y psíquica en la familia y fuera de ella. Ediciones Paidós Ibérica, S.A.

Manual MSD, versión para profesionales. (2022). Generalidades sobre el maltrato infantil. Recuperado de: https://www.msdmanuals.com/es-co/professional/pediatr%C3%ADa/maltrato-infantil/generalidades-sobre-el-maltrato-infantil?query=negligencia

Marín, P. (Octubre 20, 2015). Las 30 señales de maltrato psicológico en una relación. Recuperado de: https://psicologiaymente.com/forense/senales-maltrato-psicologico-relacion#google_vignette

Martín, B. y Moral, M. V. (2019). Relación entre dependencia emocional y maltrato psicológico en forma de victimización y agresión en jóvenes. Revista Iberoamericana de Psicología y Salud, 10 (2), 75-89. Recuperado de: https://www.rips.cop.es/pdf/art272019.pdf

“Mistreat”. Diccionario de Cambridge. Prensa y evaluación de la Universidad de Cambridge. Recuperado de: https://dictionary.cambridge.org/es/diccionario/ingles-espanol/mistreat?q=Mistreat.

Moral, M., Sirvent, C., & Ruiz, P. (2010). Autoengaño Y Distorsiones De La Conciencia Del Problema En Dependientes Afectivos. 11º Congreso Virtual de Psiquiatría. Interpsiquis. Recuperado: https://psiquiatria.com/trabajos/1cof345442.pdf

Musalem, B. R., & Castro, O. P. (2015). Qué se sabe de bullying. Revista médica clínica las condes, 26(1), 14-23. Recuperado de: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S071686401500005X

Oficina Federal de Investigaciones (FBI). (2021). El FBI publica estadísticas actualizadas de delitos de odio de 2020. Oficina Nacional de Prensa del FBI.  Washington DC. Recuperado de: https://www.fbi.gov/news/press-releases/fbi-releases-updated-2020-hate-crime-statistics

Ruiz, I., & Gallardo, J. (2002). Impacto Psicológico de la Negligencia Familiar (Leve; versus; grave) en un grupo de niños y niñas. Anales de Psicología / Annals of Psychology, 18(2), 261–272. Recuperado de: https://revistas.um.es/analesps/article/view/28481/27571

Salamanca, L. (2018). El maltrato institucional a los niños y niñas: Una aproximación desde la praxis socioeducativa con niños y niñas en desventaja.Revista de Educación Social, 27. Recuperado de: http://eduso.net/res/wp-content/uploads/2020/06/maltrainstitu_res_27.pdf

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