El estrés: Una problemática actual que va en aumento

Por: Neighbors’ Consejo|

El informe de Emociones Globales de Gallup 2022, establece al año 2021 como el más estresante que cualquier otro en la historia. Un aumento significativo que reportó que el 41% de adultos en todo el mundo lo padecen. Además, aproximadamente un 55% de los estadounidenses encuestados indicaron haber experimentado estrés en el día anterior a la encuesta.

Por su parte, la Asociación Americana de Psicología (APA) en conjunto con La Encuesta de Harris, realizó una investigación en febrero del 2022, donde se pudo evidenciar que las principales fuentes de estrés para los estadounidenses fueron: El aumento en los precios de los alimentos cotidianos producto de la inflación, seguidos de problemas de la cadena de suministros, la incertidumbre global y los problemas relacionados con la invasión de Ucrania, donde se destacan por ejemplo represalias de Rusia, ataques cibernéticos o amenazas nucleares. (APA, 2022)

Además de estos factores, se presenta el estrés experimentado por la pandemia de COVID-19, y que ha generado preocupación sobre los impactos negativos en la salud mental, dadas las circunstancias de duelo generalizado, sensación de pérdida, dificultades para las poblaciones vulnerables, preocupaciones por el desarrollo de los niños, falta de técnicas de afrontamiento y comportamientos o hábitos poco saludables. Según la encuesta Stress in America 2021, realizada por “La encuesta de Harris” en nombre de la Asociación Americana de Psicología, se encontró que, uno de cada tres estadounidenses es decir un 32% dijo que, al sentirse tan estresados por la pandemia se le dificulta tomar decisiones básicas, como qué ponerse o qué comer, etc. (APA, 2021)

Otra encuesta de la misma firma, revela que la mayoría de adultos en los Estados Unidos siente estrés debido a las masacres con armas de fuego, cerca de uno de cada tres adultos siente que no pueden salir a alguna parte sin preocuparse por la posibilidad de ser víctima de un tiroteo masivo, la misma cantidad de personas (una de tres) afirma que el miedo les impide asistir a ciertos lugares y eventos. (APA, 2019)

Pero, ¿Qué es eso “del estrés”? De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Mental, es la respuesta física o mental a una causa externa y, que a veces puede ser abrumadora. Puede ser originado por algo que sucede una vez o algo que ocurre frecuentemente. De igual modo Barrio, García, Ruiz y Arce (2006), explican que el estrés es “una reacción de lucha o de huida del organismo como respuesta a una amenaza para la supervivencia o la autoestima personal”, y que una vez iniciado no puede detenerse hasta que se concluya, provocando una cadena de reacciones internas que liberan hormonas que favorecen la acción y estimulación del sistema nervioso, provocando la activación intensa de muchos órganos para generar la respuesta.

Con respecto a las reacciones del organismo frente al estrés, Duval, et al. (2010), explica que el cuerpo activa diferentes respuestas conductuales y fisiológicas, en dos momentos así:

1. La percepción del elemento estresor, que incluye tres fases:

a.) Recepción del estresor y análisis de la información sensorial por el tálamo.

b) Programación de la reacción en función de la experiencia por el córtex prefrontal encargado de participar en la toma de decisiones, la atención y la memoria a corto plazo. Y, el sistema límbico que realiza una comparación entre la nueva situación y los recuerdos.

c) Activación de la respuesta del organismo por la amígdala, el hipocampo, el hipotálamo, etc.

2. El síndrome general de adaptación, también se da en tres fases.

 a) Fase de alerta, el hipotálamo reacciona al elemento estresor, se activa y a través de las suprarrenales secreta adrenalina, para suministrar más energía al organismo, lo que provoca aumento de la frecuencia cardíaca y respiratoria, se dilaten los vasos sanguíneos de los brazos y las piernas, aumento de la vigilancia, cambio en el proceso digestivo, etc.

b) Fase defensa o resistencia, se activa solo si el estrés se mantiene. Las suprarrenales secretan una segunda hormona llamada cortisol, encargada de conservar el nivel de glucosa en sangre para alimentar los músculos, el corazón, el cerebro, y así asegurar que el cuerpo aguante y atienda la emergencia.

c) Fase de agotamiento o relajamiento, se da cuando la situación permanece y se produce una alteración hormonal crónica, que al acumularse en el organismo se produce un impacto negativo sobre la salud física y psicológica.

Cabe agregar que, según el tiempo que dure la respuesta fisiológica en el organismo, el estrés se puede dividir en tres tipos: Agudo, agudo episódico y crónico. De acuerdo con la Asociación Americana de Psicología (APA, 2010), cada tipo cuenta con sus propias características, síntomas, duración y enfoques de tratamiento y que se revisará en detalle a continuación.

1.      Estrés agudo: Es el más común y de fácil manejo, surge de las exigencias y presiones del pasado reciente y anticipadas del futuro cercano. El organismo da una respuesta intensa, pero de corta duración, por lo que no representa riesgo importante para la salud. Por ejemplo, tener que frenar rápidamente el automóvil porque se atravesó un perro en la avenida.

2.      Estrés agudo episódico: es un estrés agudo, pero con frecuencia, suele verse en aquellas personas cuyas vidas “son desordenadas”, aquellas que siempre están apuradas o que asumen demasiadas responsabilidades, que quieren hacer muchas cosas al mismo tiempo pero no lo logran, es que no priorizan las exigencias. También se personifica en personas con «mucha energía nerviosa», que tienden a ser cortantes y a veces su irritabilidad es percibida como hostilidad, otra forma puede ser los «doña o don angustias», los cuales perciben cada situación como un desastre, son pesimistas, perciben al mundo como un lugar peligroso. Sus estilos de vida y rasgos de personalidad son habituales por lo que no ven nada malo en su forma de actuar. Los síntomas comunes son una sobre agitación prolongada, dolores de cabeza tensos y persistentes, migrañas, hipertensión, dolor en el pecho y enfermedad cardíaca. Requiere ayuda profesional que puede tomar varios meses.

3.      Estrés crónico: Es la respuesta a las exigencias y presiones implacables por períodos que duran mucho tiempo. Desgasta a la persona a largo plazo (día tras día), se considera agotador, por lo que afecta el cuerpo y la mente. Se origina cuando la persona no ve la salida a una situación, entonces pierde la esperanza y abandona la búsqueda de soluciones. Puede derivarse de experiencias traumáticas en la niñez que se interiorizaron y se conservan como dolorosas y presentes. Genera convicciones y creencias profundamente arraigadas del mundo que provocan un estrés permanente, el que lo padece termina por acostumbrarse a esa respuesta, entonces termina por ignorarla, se desgasta a tal punto de terminar en una crisis nerviosa final y fatal, requiere ayuda profesional conjunta de tratamiento médico y de conducta y manejo del estrés. 

Dicho lo anterior, es importante aclarar que el estrés como respuesta a un estímulo externo permite reaccionar frente a una situación que el organismo considera como una posible amenaza o peligro, por lo que no siempre es negativo, en pocas palabras, es una respuesta natural de supervivencia. Ahora bien, si puede convertirse en patológico cuando se prolonga en el tiempo, es decir cuando llega a ser crónico, que se origina cuando la situación percibida, llega a desbordar la capacidad del organismo para afrontarla.

Así entonces, cualquier situación con alguna de las siguientes características puede considerarse un elemento estresor o causante del estrés, por ejemplo:

a) La incertidumbre, no saber qué va a pasar en el futuro o considerar alguna situación como peligrosa, preocupación excesiva, la inseguridad, el pronóstico de una enfermedad, una pandemia, etc.

b) El cambio, adaptarse a una nueva situación, como cambiar de trabajo o el aislamiento social.

c) Falta de información como sentirse indefenso y no saber qué hacer, viajar o quedarse en casa, vacunarse o no.

d) Sobrecarga de los canales de procesamiento: No se puede controlar toda la información por las diferentes actividades que hacemos, estudiar para un examen mientras revisamos las redes sociales, las noticias falsas.

e) Falta de habilidades para afrontar una situación, el duelo, la frustración, la presión grupal, conflictos y traumas, etc.

f) Estímulos ambientales dañinos como el ruido, la contaminación, etc.

El estrés ocasiona múltiples síntomas, físicos, psicológicos, conductuales y cognitivos, los más comunes y que deben considerarse como una alerta son:

A nivel físico

  • Dolores de cabeza y tensión muscular generalmente en mandíbula, cuello y espalda, que pueden provocar desgarro muscular y problemas en tendones y ligamentos.
  • Problemas del aparato digestivo: digestiones pesadas, colon irritable, flatulencia, diarrea, estreñimiento, dolores y acidez.
  • Transpiración de las palmas de las manos, palpitaciones y mareos.
  • Sensación de manos o pies fríos y dolor en el pecho.
  • Sobreexcitación que provoca elevación de la presión sanguínea, ritmo cardíaco acelerado, tensión alta que puede desembocar en trastornos coronarios.
  • Cansancio físico.
  • Dificultad para respirar.
  • Enfermedades de la piel: brotes de psoriasis, dermatitis.

A nivel psicológico

  • Combinación de las tres emociones del estrés: enojo o irritabilidad, ansiedad y depresión.
  • Problemas de concentración y memoria.
  • Fatiga mental.
  • Insomnio.
  • Sensación de embotamiento mental y dificultad para la toma de decisiones.
  • Sentimientos de desesperanza.
  • Autoestima baja.
  • Aislamiento social.

A nivel conductual

  •  Comer en exceso o dejar de comer.
  • Consumo de alcohol o tabaco.
  • Comerse las uñas (onicofagia).
  • Rechinar los dientes (bruxismo).
  •  Desarrollo o aumento de los tics nerviosos.
  •  Procrastinación (postergar) de tareas.

A nivel cognitivo

  • El rendimiento de la persona disminuye y los errores aumentan.
  • Problemas de concentración y memoria.
  • Preocupación constante.
  • Dificultad para la toma de decisiones.

Todos los seres humanos batallan con el estrés en algún momento de la vida, lo importante es comprender e identificar las reacciones del organismo y tomar algunas medidas para mejorar su control, como por ejemplo: Respirar de forma más lenta y profunda, realizar pausas activas y estiramientos, expresar pensamientos y sentimientos, realizar actividades de interés, meditar, mantener una buena higiene del sueño, mantener hábitos saludables, realizar actividad física, mantener relaciones sociales sanas, establecer una red de apoyo social, gestionar el tiempo de manera adecuada, etc., estas técnicas serán útiles y beneficiarán su salud física y mental. Pero si es necesario, busque ayuda profesional, para que él le ayude a identificar los elementos estresantes que inquietan su vida y le enseñe formas de afrontar la situación.

El manejo terapéutico para el estrés, generalmente incluye psicoeducación, enfoque cognitivo para la sustitución de pensamientos negativos exagerados, técnicas de relajación, de control emocional, de afrontamiento, esta última según Júlia Puigbó, et al. (2019), “es la estrategia dirigida a restablecer la adaptación al entorno que, no es igual para cada situación y para cada persona, pero quizá es la más significativa ya que se trabaja desde diferentes perspectivas como: el centrado en la solución del problema, el centrado en las emociones (que incluye la aceptación y la reinterpretación), y el basado en la búsqueda de apoyo social.” Algunas veces puede requerir administración temporal de medicamentos para aliviar la ansiedad o ayudar a las personas a dormir. Recuerde que un diagnóstico temprano y un manejo adecuado, ayudará a minimizar el riesgo para su salud mental.

En pocas palabras, el estrés es una respuesta adaptativa resultado de las demandas del entorno, donde el individuo puede tener dos reacciones: Primera, la huida, donde la persona evita el elemento estresor, por ejemplo, no caminado solo por un callejón tarde de la noche o simplemente la persona evita pensar en el peligro que la situación representa; y la segunda respuesta, es la de afrontar el elemento estresor. Ahora bien, el organismo responde al estrés activando el sistema nervioso y secretando hormonas como la adrenalina y cortisol, que le permite a la persona aguantar. A corto plazo, el estrés puede ser útil, pues permite estar alerta y tener la energía para terminar una tarea. Pero el estrés a largo plazo puede ocasionar problemas de salud graves.

Referencias

Asociación Americana de Psicología. (mayo 13, 2010). Los distintos tipos de estrés. Recuperado de: https://www.apa.org/topics/stress/tipos

Asociación Americana de Psicología. (agosto 15, 2019). Un tercio de la población adulta estadounidense afirma que el miedo a las masacres con armas de fuego les impide ir a ciertos lugares y eventos. Recuperado de: https://www.apa.org/news/press/releases/2019/08/miedo-tiroteo-masivo

Asociación Americana de Psicología. (octubre 26, 2021). Estrés y toma de decisiones durante la pandemia. Estrés en América 2021. Recuperado de: https://www.apa.org/news/press/releases/stress/2021/october-decision-making

Asociación Americana de Psicología. (2022). Estrés en Estados Unidos: El dinero, la inflación y la guerra se acumulan en una nación atrapada en el modo de supervivencia de COVID-19. Recuperado de: https://www.apa.org/news/press/releases/stress/2022/march-2022-survival-mode

Barrio, J. A., García, M. R., Ruiz, I., & Arce, A. (2006). El estrés como respuesta. International Journal of Developmental and Educational Psychology, 1(1), 37-48. Recuperado de: https://www.redalyc.org/pdf/3498/349832311003.pdf

Duval, F., González, F., & Rabia, H. (2010). Neurobiología del estrés. Revista chilena de neuro-psiquiatría, 48(4), 307-318. Recuperado de: https://www.redalyc.org/pdf/3315/331527722006.pdf

Gallup Inc. (2022). Emociones globales de Gallup 2022. Recuperado de: https://www.gallup.com/analytics/349280/gallup-global-emotions-report.aspx

Instituto Nacional de la Salud Mental. (s.f.). ¡Estoy tan estresado! hoja informativa. Publicación de NIH Núm. 20-MH-8125S. Recuperado de: https://www.nimh.nih.gov/health/publications/espanol/estoy-tan-estresado

Puigbó, J., Edo, S., Rovira, T., Limonero, J. T., & Fernández-Castro, J. (2019). Influencia de la inteligencia emocional percibida en el afrontamiento del estrés cotidiano. Ansiedad y Estrés. Recuperado de: https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S113479371830112X

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