Víctimas que se crean y víctimas que se hacen.

Por: Neighbors’ Consejo|

Cuando hablamos de víctima, estamos haciendo referencia al ser humano desde un aspecto individual pero también social o colectivo, que en su origen se considera aquel que es inmolado en sacrificio. De acuerdo con el Diccionario Merriam-Webster, “es uno sobre el que se actúa y generalmente se ve afectado adversamente por una fuerza o agente.”

Ahora bien, los primeros análisis que surgieron en torno a la víctima, se desarrollaron a partir de poemas, novelas y en general escritos que describen de forma narrativa un suceso y la consecuencia dolorosa, arraigado siempre al crimen y por lo que, se daba mayor importancia al delincuente. 

No obstante, se originó gran interés de diferentes profesiones (criminólogos, penalistas, psicólogos, sociólogos, etc.), para la comprensión de este fenómeno e impulsando la aparición de Victimología como disciplina y, cuyos aportes principales se dieron en la década de 1940-1950 por Benjamín Mendelsohn, quien consideró que la Victimología no debía interesarse sólo por las víctimas de los delitos, sino también por las víctimas de las catástrofes naturales y, Hans Von Hentig, criminólogo Alemán, quien hace la primera clasificación general de las víctimas, así como un estudio de los tipos psicológicos de estas partiendo de la interacción autor-víctima. (Díaz, 2006)

Si bien la victimología se ha establecido como un área de investigación de la criminología, su interés ha permitido un cambio en la perspectiva de la víctima, ha llevado a que se establezca cierta prioridad a aspectos biológicos, sociológicos, psicológicos de la persona y su entorno. En este sentido, la Organización de Naciones Unidas (ONU) en su resolución 40/34, de 29 de noviembre de 1985, define “Víctima” como “las personas que, individual o colectivamente, hayan sufrido daños, inclusive lesiones físicas o mentales, sufrimiento emocional, pérdida financiera o menoscabo sustancial de los derechos fundamentales, como consecuencia de acciones u omisiones que violen la legislación penal vigente en los Estados Miembros, incluida la que proscribe el abuso de poder.”

Este concepto amplía la descripción de víctima, dándole gran relevancia a elementos sociales y psicológicos de la persona, pero también del móvil del sufrimiento (trauma). Que se puede percibir en la clasificación de víctimas de Hans von Hentig sobre cuatro aspectos principales (Citado en Giner, 2011):

  1. Situación de la víctima: a) Aislada; y, b) Por proximidad.
  2. Impulsos y eliminación de inhibición: a) Con ánimo de lucro; b) Con ansias de vivir; c) Agresiva; y, d) Sin valor.
  3. Víctima con resistencia reducida: a) Por estados emocionales; b) Por transiciones normales (edad); c) Perversa; d) Bebedora; e) Depresiva; y, f) Voluntaria.
  4. Víctima propensa: a) Indefensa; b) Falsa; c) Inmune; d) Hereditaria; e) Reincidente; y, f) Convertida en autor.

Y, es que independiente de la causa del daño causado a la víctima y su entorno (quienes muchas veces también terminan afectados), es sobre ellos quién debe recaer la mayor atención asistencial e integral. Puesto que existen sucesos en la vida de las personas que pueden generar una afectación tan fuerte y negativa con reacciones fisiológicas y psicológicas adversas que pueden terminar desencadenando algún trastorno.

En relación a esto, Gerald Caplan, propone la existencia de ciertas reacciones postraumáticas comunes en las víctimas de una situación determinada y crítica (1964 Citado en Giner 2011):

1. Shock o Impacto agudo: En este estado, la persona suele poner en marcha diversas actividades para escapar de la situación o descargar la tensión acumulada. Los recursos personales son insuficientes y predominan sentimientos depresivos de indefensión y fracaso.

2. Resolución: En esta fase, la persona toma decisiones para afrontar la situación a través de la creación de nuevos recursos personales y de un crecimiento interno apresurado, o, por el contrario, de la consolidación de mecanismos mal adaptativos de evitación y retraimiento.

3. Retirada final: Si la crisis no se resuelve, bien o mal, la persona llega a un estadio de agotamiento de la reacción inicial.

Este autor sostiene que diversas investigaciones han revelado que las víctimas de eventos traumáticos tienen niveles de salud mental bastante inferiores al de la población en general y que los aspectos psicopatológicos desencadenados por esta situación pueden agruparse en forma de distintos trastornos como:

  1. Reacciones de estrés agudo.
  2. Trastorno de pánico.
  3. Fobias.
  4. Trastorno de estrés postraumático.
  5. Trastorno de ansiedad generalizada.
  6. Trastorno obsesivo-compulsivo.
  7. Trastornos afectivos.
  8. Trastornos por uso de sustancias.

Ahora bien, no todos los seres humanos reaccionan de igual manera, pero los síntomas físicos, emocionales, cognitivos y conductuales, son un indicador de la gravedad de lo que está sufriendo la persona, y que pueden darse hasta unos meses transcurrido el suceso. De acuerdo con Ramon Arce y Francisca Fariña (1995), basadas en la comparacíón que realizó Gilmartin Zena (1985) en mujeres violadas durante dos momentos diferentes, el primero inmediatamente despues de violación y el segundo dos meses, en relación a cuatro niveles de análisis: 1. Cambios conductuales; 2. dificultades interpersonales; 3. Síntomas físicas; y 4. Respuestas emocionales, se puede evidenciar que los cambios conductuales suelen incrementar con el tiempo, en un primer momento se encontró con un 55 % que se habían producido cambios conductuales significativos, graves o moderados, posteriormente los cambios aumentan hasta un 65%.

De igual forma, Maguire (1981) en un estudio hecho a 322 personas que habían sido objeto de allanamiento de morada, pudo identificar reacciones como: Rabia 30%, shock 19%, sorpresa e incredulidad 9%, Trastornos emocionales, llanto y confusión 17%, Miedo 9% y sin ninguna reacción especial 17%. (Citado por Arce y Fariña, 1995)

Con lo dicho anteriormente, se quiere señalar que los efectos, daños y perjuicios que padece la víctima, son múltiples, por lo que a nivel psicológico debe promoverse una adecuada asistencia a estas personas. El análisis de la situación y aspectos como la personalidad, los factores de riesgo (situacionales, biológicos, geográficos, etc.)., la propia vulnerabilidad ayudarán a reconocer  elementos de predisposición que incremente el riesgo de convertirse o adquirir un comportamiento de víctima.

En relación a este último aspecto, “el patrón de comportamiento adquirido por una persona donde adopta un rol constante de víctima se denomina “victimismo”, Y que de acuerdo con Sofia Gil (2022), quien lo experimenta poseen ciertas características comunes como:

  • Se quejan constantemente de absolutamente TODO.
  • Tienen una visión del mundo muy pesimista. Todo es de color gris para ellas. Su visión está distorsionada.
  • Exageran o sobredimensionan todo aquello que les sucede.
  • Asumen una actitud pasiva y derrotista ante la vida.
  • Se muestran ante los demás como débiles y necesitadas de protección. El sufrimiento se convierte en su forma de vida.
  • Se sienten aliviadas cuando se lamentan y hacen ver a los demás que son unas “víctimas” de las circunstancias.
  • Creen que los demás siempre tienen malas intenciones con ellas y que van a intentar boicotear cualquiera de sus acciones.
  • Son muy suspicaces, susceptibles e hipersensibles. Tienen la piel de mariposa.
  • Culpan a los demás de todo lo que les sucede. Por supuesto, ellas nunca tienen ningún tipo de responsabilidad.
  • Son muy exigentes con las personas de su entorno.
  • Les resulta muy difícil hacer autocrítica o detectar su parte de responsabilidad.
  • Son muy hábiles emocionalmente. Utilizan con frecuencia el chantaje emocional para obtener algún beneficio. Y, especialmente si detectan algún tipo de vulnerabilidad en la otra persona.

En efecto, se podría decir entonces que, algunas personas pueden asumir la actitud de víctimas como una forma de mecanismo de defensa ante las dificultades y con ello trasladar la culpa a los demás, para evitar responsabilidades y el malestar (muchos casos somático) que le genera reconocer la realidad, también porque pudo haber aprendido que esta forma le servía para llamar la atención (chantaje emocional). Esto sin duda, se puede identificar como inmadurez emocional o la tendencia a comportarse de formas infantiles (Si desea ampliar la información puede revisar el articulo REGRESIÓN), pero que se convertirán en un padecimiento mayor para el individuo y que tendrá una actitud negatividad frente a su entorno.

Si bien, esta actitud o comportamiento no está establecido como un trastorno, si pueden considerarse síntomas de otros clasificado en el  Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), como el de Personalidad Paranoide. Además de que el riesgo de convertirse o adquirir un comportamiento de víctima.individuo puede desarrollar conductas desadaptativas que le perjudican su relaciones interpersonales y dado el negativismo en el que permanece puede iniciar una depresión.

Si usted es víctima o conoce una persona que se queja continuamente o asume un papel víctima constantemente, no le juzgue ni estigmatice, pero tampoco permita que le manipule, o cuyo caso es usted quien actúa de esta forma, es primordial buscar ayuda profesional, recuerde que la asistencia psicológica, está dada para ayudarle a encontrar formas de cambiar los pensamientos y actitudes y no solamente para tratar enfermedades mentales. Como siempre enfatizamos la diferencia la hace la atención temprana.

Para finalizar, queda claro que la víctima es toda persona que padece un sufrimiento, independiente de lo que lo cause. El dolor que la persona experimenta esta relacionado a factores no solo físicos, sino también emocionales y /o somáticos, que le representa un alto nivel de estrés y angustia su análisis y el de su comportamiento tiene gran relevancia para la psicología, toda vez que, le permite reconocer aspectos significativos sobre los factores de vulnerabilidad para llegar a convertirse en víctima o comprender el porqué las personas asumen comportamientos de victimismo.

Referencias:

Arce, R., y Fariña, F. (1995). El estudio psicosocial de la víctima. En M. Clemente (Ed.), Fundamentos de la psicología jurídica (pp. 431-447). Madrid: Pirámide. Recuperado de: https://uforense.org/wp-content/uploads/2020/12/1995-estudio-psicosocial-de-la-vxctima-xarce-y-farixax-1995x-2020-12-21.pdf

Asociación Americana de Psiquiatría. (2014).  Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5), 5a Ed. Arlington, V.

Giner, Cesar Augusto. (2011). Aproximación psicológica de la victimología. Revista derecho y criminología, (1). Recuperado de: http://repositorio.ucam.edu/bitstream/handle/10952/573/Aproximaci%C3%B3n%20psicol%C3%B3gica%20%20a%20la%20victimolog%C3%ADa.%20C%C3%A9sar%20Augusto%20G%C3%ADner%20Alegr%C3%ADa%20.pdf?sequence=1

Organización de las Naciones Unidas (1985). Declaración sobre los principios fundamentales de justicia para las víctimas de delitos y del abuso de poder. Adoptada por la Asamblea General en su resolución 40/34, de 29 de noviembre de 1985. Recuperado de:   https://www.ohchr.org/es/instruments-mechanisms/instruments/declaration-basic-principles-justice-victims-crime-and-abuse

Perceval, J. M. (2007). Víctimas y verdugos. Realidad y construcción de la víctima y el victimismo. ponencia presentada en el curso sobre Procesos de Paz. Recuperado de: https://d1wqtxts1xzle7.cloudfront.net/55831173/17julio2007victimasyvictimismo-with-cover-page-v2.pdf?Expires=1667231428&Signature=XwUjNVmAli4SuglrcDM6KcmN~91q6FS3ZRQfGPL~vPhYvGBwNCh5MQMmMn1VqmJ8aUFc8-yn3JOtqVbklrrrU57tQ3iHVL29JXmoqRwUBpv~alECed4yDcWqxl8jgflo2m32WOMGYl-vWpV61gQHXwk2zn33AiD3vvlv1cyvWyToXEwWRJ3QBHAgpbmAPO6o5YB59x84shzt~Lu6t8S3u40jUIKzxp1oDO~BK53rdIJEQnMf0B~Z3MU7PHUA66zAoJjwiDukcEDTrjUKQjiCzy3B9zsTkwkkCKw485H-IPdsKkru0e~od68qPE4jBlL6Y5c77guSyJOjSq2idc1kEQ__&Key-Pair-Id=APKAJLOHF5GGSLRBV4ZA

Víctima.» Diccionario Merriam-Webster.com , Merriam-Webster, https://www.merriam-webster.com/dictionary/victim

Gil, Sofia. (Julio 11, 2022). ¡Huye del victimismo, tu salud mental te lo agradecerá!. Recuperado de:

https://mindup-psicologos.com/huye-del-victimismo-tu-salud-mental-te-lo-agradecera/

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