Los estilos de vida asumidos durante el ciclo vital intervienen en el bienestar de la vejez

Por: Neighbors’ Consejo|

La vejez representa un estado irreversible e individual de la vida, donde se dan múltiples transformaciones biológicas, físicas, funcionales, psicológicas, etc., y, que a su vez están influenciadas por las condiciones ambientales, sociales e individuales en las que se presenta el desarrollo vital del ser humano. Ahora bien, envejecer, es un fenómeno natural que proporciona edad, experiencia y cambios; además determina la salud, el bienestar y la calidad de vida de la persona adulta.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), define al envejecimiento desde la perspectiva biológica como “el resultado de la acumulación de una gran variedad de daños moleculares y celulares a lo largo del tiempo, lo que lleva a un descenso gradual de las capacidades físicas y mentales, a un mayor riesgo de enfermedad y, en última instancia, a la muerte”. (2022)

Cabe aclarar, que los cambios que se presentan son progresivos y varían de persona a persona conforme al tiempo, desgaste y la calidad de vida que el individuo tenga desde el nacimiento. Este proceso suele asociarse con la edad, puesto que el individuo empieza a envejecer desde el nacimiento hasta la vejez. Por tanto, es necesario identificar que, conforme a los estándares internacionales se clasifica como adulto mayor a las personas de 60 años en adelante.

Ahora bien, lo que sucede en la edad avanzada, según la psicología de la vejez resulta de la conjunción de cuatro factores como lo son (Sarabia, 2009):

• El deterioro progresivo de las propias funciones físicas.

• La declinación progresiva de las facultades y de las funciones mentales.

• La transformación del medio familiar y de la vida profesional.

• Las reacciones del sujeto ante estos diversos factores.

A medida que se envejece, los cambios físicos son notables y a mayor edad se pueden presentar ciertas afecciones como: pérdida de la audición, problemas de visión como las cataratas y los errores de refracción; dolores de espalda y cuello, la osteoartritis, las neumopatías obstructivas crónicas, la diabetes, la depresión y la demencia. Además, se puede aumentar la fragilidad, incontinencia urinaria, caídas, estados delirantes y úlceras por presión. (OMS, 2022)

En este sentido la Organización Mundial de la Salud (OMS), en su Informe Mundial sobre el Envejecimiento y la Salud (2015), explica que la vejez conlleva al ser humano cambios en las funciones y las posiciones sociales, durante esta etapa el individuo le hace frente a las pérdidas de relaciones estrechas. Otros cambios, como por ejemplo a nivel cognitivo y psicológico, resultan diferentes para cada individuo y determinados por muchos otros factores. En este sentido, a diferencia de lo que se cree, muchos adultos mayores conservan gran parte de sus capacidades cognitivas y psíquicas, la afectación fundamentalmente se da frente a la velocidad de respuesta en determinadas tareas. Siguiendo a Julia Moreno (2004), las pruebas de inteligencia han revelado que el bajo rendimiento en la vejez, se debe mayormente a la baja motivación y al tiempo de reacción, más que a la capacidad intelectual en sí.

Igualmente, existe una alteración en la memoria, especialmente en la memoria a largo plazo y la correspondiente a los recuerdos de tipo episódico, es decir, el qué, dónde y cuándo de la vida cotidiana, por ejemplo: cuando al llegar al supermercado, la persona no recuerda lo que va a comprar. Además, otras funciones cerebrales como el procesamiento de la información y el aprendizaje de algo nuevo, realizar más de una tarea a la vez o cambiar el enfoque, disminuye ligeramente durante la vejez. (Asociación Americana de Psicología [APA], 2017)

Durante esta etapa, algunas personas tienden a realizar una introspección de su ciclo vital, en muchos casos apenas se empieza hacer consciencia de la muerte, lo que puede llegar a desencadenar una crisis de identidad. Pues, se enfrenta un sin número de pérdidas de amigos, familiares, la marcha de los hijos del hogar, el cambio de status laboral, etc., todo lo que también representa el inicio de un proceso de duelo, donde la persona siente que ya no tiene algo significativo o real en su vida. (Moreno, 2004)

Sin duda alguna, la jubilación es fundamental en esta etapa, la disminución de la participación laboral y social, significa en gran parte mayor número de reajustes y cambios, que algunos pueden experimentarlo como un momento de estrés, desprestigio, pérdida de poder adquisitivo, hasta un descenso en la autoestima, pero, otros pueden percibirlo como un momento de disfrute del tiempo libre (Moreno, 2004).

Al respecto, Hermida et al. (2014), siguiendo a Rodríguez (1976), señala que la forma como la persona asume la jubilación está sujeta al conjunto de creencias y cogniciones sobre la propia jubilación. Así mismo, el autor explica que la pérdida del trabajo es afrontada de una forma más positiva, por aquellas personas que cuentan con redes de apoyo social, ya que éstas, ayudan a moderar el impacto frente a la situaciones de estrés.

Es por esta razón que el proceso de envejecimiento no debe verse desde una perspectiva negativa, aunque muchos cambios descritos anteriormente, representan alguna afectación, esta etapa puede resultar un proceso de desarrollo y madurez. Y, ese es justo el interés de este artículo; pues si bien, es importante reconocer la necesidad de aceptar esta etapa de vida y todos sus cambios como un proceso natural, también se debe hacer conciencia de que la forma en que se afrontan y cómo transcurren, depende en gran parte del estilo de vida llevado durante las etapas anteriores.

Por eso, durante los últimos años se ha buscado darle una percepción más positiva a esta etapa en general, refiriéndose a esta como: envejecimiento saludable, término que es definido por Graciela Zarebskia (2021) en base al informe de la OMS sobre envejecimiento y salud (2015) como “el proceso de fomentar y mantener la capacidad funcional que permite el bienestar en la vejez”. Lo que en palabras de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), “es un proceso continuo de optimización de oportunidades para mantener y mejorar la salud física y mental, la independencia y la calidad de vida a lo largo de la vida”.

Es decir, que factores internos y externos van a influir en el cómo se siente usted a medida que envejece, por lo que es necesario autocuidarse y tomar decisiones saludables de vida. Así que puede seguir algunas de las sugerencias dadas por la Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., antes y durante la vejez (https://medlineplus.gov/spanish/healthyaging.html):

1.Alimentación saludable: A medida que se envejece las necesidades nutricionales cambian, algunas recomendaciones para seguir un plan de alimentación saludable, son:

  • Comer alimentos que le ofrezcan más nutrientes sin tantas calorías, por ejemplo: frutas y verduras, granos integrales, carnes magras, lácteos bajos en grasa, nueces y semillas.
  • Evitar calorías vacías, como papas fritas, dulces, productos horneados, refrescos y alcohol.
  • Comer alimentos bajos en colesterol y grasas.
  • Beber suficiente agua.

2. Realizar actividad física regular: Estar físicamente activo, ayuda a mantener un peso saludable y evita problemas crónicos de salud. La cantidad de ejercicio requerido depende de la edad y el estado de salud, también es importante consultar con el profesional de la salud sobre el ejercicio adecuado para usted.

3. Mantener un peso saludable: Ni sobrepeso, ni bajo peso, son aconsejables. Pregúntele a su profesional de la salud qué se considera un peso saludable para usted. La alimentación saludable y el ejercicio pueden ayudarle a alcanzarlo.

4. Mantener la mente activa: Muchas actividades como por ejemplo: el aprendizaje de nuevas habilidades, la lectura y los juegos. En este sentido la Asociación Americana de Psicología (2017), establece otras recomendaciones (https://www.apa.org/pi/aging/memory-and-aging-spanish.pdf) :

  • Socializar: Participar en actividades sociales y comunitarias, mejora el estado de ánimo y la función de memoria.
  • Moverse: Actividades como caminar a paso rápido, ayudan a aumentar y mantener la función cerebral.
  • Entrena tu cerebro. El uso de estrategias mnemotécnicas para recordar diferentes elementos mejora el aprendizaje y la memoria. Los mnemónicos son trucos y técnicas para recordar la información que es difícil de recordar: Un ejemplo es construir una historia en la que se van uniendo las palabras o números a recordar.
  • Además puede: Usar listas de “hacer”, establezca rutina, no se apresure, utilice asociaciones, mantenga todo en su lugar, etiquete nueva información, mantenga un calendario.
  • No creer en los estereotipos sobre la disminución de la memoria.
  • Revise sus ojos y oídos: Resulta difícil ganar conocimiento sin poder ver o escuchar bien.
  • Mantener control y confianza en su memoria: No asuma que los pequeños lapsos de memoria significan padecer demencia.
  • Evitar distracciones que desvían su atención: Las distracciones pueden variar desde intentar hacer varias cosas a la vez a ruidos fuertes en el fondo e incluso los propios pensamientos pueden distraer su atención.

5. Darle prioridad a su salud mental: Puede por ejemplo practicar meditación, técnicas de relajación o ser agradecido. Reconocer señales de alerta de algún problema y buscar ayuda si es necesario.

6. Participar en actividades que disfrute: Participar en pasatiempos y actividades sociales y de ocio pueden ayudar a disminuir el riesgo de tener algunos problemas de salud. Hacer cosas que disfrute puede le hace sentir más feliz y mejorar sus habilidades de pensamiento.

7. Atención médica regular: Asegúrese de tener chequeos regulares y conocer los medicamentos que está tomando, por qué y cómo tomarlos.

8. No fumar: Es una de las cosas más importantes que se debe hacer por la salud. Puede reducir el riesgo de varios tipos diferentes de cáncer, ciertas enfermedades pulmonares y enfermedades cardíacas.

9. Prevenir caídas: Así, evitar el riesgo de fracturarse.

En efecto, cuando las personas cuentan con buena salud física y mental, además de un entorno propicio durante su ciclo vital, al llegar a esta etapa podrá gozar de buena calidad de vida durante su vejez. Pero si en cambio, no contó con los cuidados necesarios, estos años podrán verse dominados por una disminución en la capacidad física y mental.

En conclusión, que la etapa de vida de la vejez sea positiva y placentera para cada uno, depende en gran parte de los cuidados y medidas tomadas durante las demás etapas del desarrollo, así como de las condiciones del entorno. Pero si usted leyó este artículo y puede reconocer la importancia del autocuidado, también es necesario aceptar esta etapa de la vida con todos sus cambios y ajustes, como algo natural y no como una problemática. Pues, afrontarlo requiere de eliminar los estigmas de enfermedad, deterioro, discapacidad, dependencia, etc., que existe sobre el adulto mayor y empezar a generar cambios en los estilos de vida, que garanticen calidad y bienestar durante la vejez.

Referencias:

Asociación Americana de Psicología (APA). Oficina de Envejecimiento y Comité sobre el Envejecimiento de la APA. (2017). Memoria y envejecimiento. Recuperado de:   https://www.apa.org/pi/aging/memory-and-aging-spanish.pdf

Hermida, P. D., Tartaglini, M. F., & Stefani, D. (2014). Redes de apoyo social en la vejez y su relación con la actitud hacia la jubilación. Recuperado de: https://ri.conicet.gov.ar/bitstream/handle/11336/7878/CONICET_Digital_Nro.9938.pdf?sequence=1&isAllowed=y

Organización Mundial de la Salud (OMS). (Octubre 1, 2022). Envejecimiento y salud. Recuperado de: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/ageing-and-health

Organización Mundial de la Salud (OMS). (2015). Informe mundial sobre el envejecimiento y la salud. Recuperado de: https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/186471/WHO_FWC_ALC_15.01_spa.pdf;jsessionid=1086B2C3575385C3AFA030269BF58DA8?sequence=1

MedlinePlus en español [Internet]. Bethesda (MD): Biblioteca Nacional de Medicina (EE. UU.) [actualizado 16 septiembre, 2021]. Envejecer saludablemente. (s. f.). Recuperado de: https://medlineplus.gov/spanish/healthyaging.html

Moreno, J. (2004). Mayores y calidad de vida. Portularia: Revista de Trabajo Social, (4), 187-198. Recuperado de: https://rabida.uhu.es/dspace/bitstream/handle/10272/217/b15134210.pdf?sequence=1

Sarabia Cobo, C. M. (2009). Envejecimiento exitoso y calidad de vida: Su papel en las teorías del envejecimiento. Gerokomos, 20(4), 172-174. Recuperado de: https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1134-928X2009000400005

Organización Panamericana de la Salud (OPS). ( s. f.). Envejecimiento saludable. Recuperado de: https://www.paho.org/es/envejecimiento-saludable#:~:text=El%20envejecimiento%20saludable%20es%20un,lo%20largo%20de%20la%20vida.

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