La locura: un fenómeno de estigmatización a la salud mental.

Por: Neighbors’ Consejo|

“En los individuos, la locura es rara; pero en grupos, partidos, naciones y épocas, es la regla.” Friedrich Nietzsche

Popularmente la locura es reconocida como todo aquello que está fuera de la razón, lo que lleva a etiquetar a las personas como locas, chifladas, perturbadas, etc. Este término es abordado desde diferentes perspectivas como la mística, la religión, la medicina y la filosofía, entre otras, con gran influencia cultural y de las tradiciones sociales de cada época.

El diccionario Webster establece que loco es 1. No mentalmente sano; 2. Marcado por pensamiento o acción que carece de razón.  Esta tendencia ha ocurrido a lo largo de la historia de la civilización, donde se hizo habitual asociar locura con lo anormal y, con enfermedad mental, lo cual ha provocado múltiples confusiones, estigmas, marginación y consecuencias clínicas significativas.

Cada sociedad a partir de su cultura, valores e historia, han sentido la necesidad de establecer unas normas que definen lo que es adecuado socialmente y lo que no es, pues simplemente es considerado diferente o fuera de lo normal, como por ejemplo, el homosexualismo, tal consideración también fue atribuida sobre aquellos que padecían alguna deficiencia, discapacidad y/o minusvalía, como la persona sorda, muda, ciega, etc. Pero, entonces ¿Cómo se constituye el concepto de locura?

De acuerdo con Francisco Ventosa, (1997), las civilizaciones antiguas de la edad media, consideraban la locura una obra de los dioses o de los demonios, aquel que la padecía era identificado como víctima de fuerzas sobrenaturales, de lo que no se tenía control alguno, convirtiéndose esta concepción como un señalamiento a esta población alrededor del mundo y, cuyos tratamientos incluían los exorcismos y las perforaciones de cráneo. (Citado en Fernández, 2015)

En efecto, aquella época estuvo marcada por la cultura espiritual de la iglesia cristiana, la cual no concibe el  racionalismo o el estudio de la medicina. Por tanto, varias áreas de investigación y la propia ciencia fueron censuradas, excepto el campo de las enfermedades corporales y el fenómeno del trastorno mental, el cual fue desarrollado desde una explicación espiritual, donde se desarrolló la noción de “posesión demoníaca”, situación que no depende de la voluntad individual de la persona y su tratamiento requería del control religioso, ya que se considera los únicos que podían luchar contra el mal.

De manera similar Michel Foucault (1961) sostiene que, en la época renacentista, la locura es concebida desde un paradigma sagrado ligado a figuras sobrenaturales. Este autor en su tesis doctoral “Historia de la locura en la época clásica”, explica dicha concepción desde tres tipos de experiencias según la época: la renacentista, la clásica y la moderna, correspondiente a diferentes modos de concebirla y las variadas prácticas en torno a la figura del loco. (Abeijón, 2017)

Para la época clásica (siglos XVII y XVIII), la locura es relacionada a la animalidad y al delirio, se lleva a cabo el encierro de los locos junto a los criminales, a los mendigos, a los libertinos, etc., sin distinción y bajo una moralidad ilógica de exclusión y ordenamiento social. Finalmente, en la modernidad del siglo XIX, el concepto de locura es entendido desde la objetividad médica, si bien “el loco” nuevamente es encerrado, esta vez se hace en asilos psiquiátricos, donde se busca la patologización de la enfermedad a través de un proceso psiquiátrico de interiorización, pues aunque el paciente no es culpable de estar loco, sí existe una responsabilidad frente a lo que puede perturbar la moral y la sociedad, entonces debía realizar un encierro terapéutico. (Abeijón, 2017a)

Frente a las determinaciones de locura desde las diferentes culturas, autores y avances se puede decir que, desde el principio de la humanidad y hasta finales del siglo XIX, existió la noción de que locura era todo comportamiento que se desvía de la norma preestablecida por la sociedad y la cultura de cada época. Si bien, la locura es ahora identificada como enfermedad mental su objeto de estudio deviene de la psiquiatría de la época del modernismo, por lo que aún conserva algo de la caracterización de diferentes a aquellas personas que la padecen. Pues el término, fue conveniente para identificar una serie de síntomas que se presentaban como lo que conocemos hoy como neurosis y/ o psicosis, donde se experimentan fenómenos de delirio y alucinación. (Muñoz, 2009)

Ahora bien, utilizar el término locura para explicar una gran cantidad de comportamientos que se consideran anormales todavía suele suceder, tiende a ser la etiqueta de algo desconocido y por lo que las personas son sometidas a procesos de exclusión y rechazo social, convirtiéndose en la causa del sistema de estigmatización de la salud mental.

Por ende, para la psicología y la psiquiatría el uso de esta expresión se considera despectivo, estas ciencias han investigado por años para lograr establecer unos criterios que ayuden a comprender la enfermedad mental, sus múltiples causas (ambientales, genéticas, sociales, biológicas, etc.), su diagnósticos y su tratamiento. De alguna manera, la ciencias humanas buscan reivindicar las prácticas del pasado, ofreciéndole a las personas acceso a tratamientos adecuados que le permitan llevar una vida lo más natural posible, es decir dejar de considerar la salud mental en relación a la normalidad para darle una perspectiva de bienestar individual y social.

A modo de cierre, preciso reconocer la necesidad de sensibilizar a la comunidad a través del conocimiento en salud mental, la comprensión de la multicausalidad de la enfermedad, el respeto hacia las personas, así como la responsabilidad política y social de los estados y la comunidad respectivamente para garantizar modelos de atención, promoción y prevención de la salud mental integral, dejando atrás el proceso de exclusión social y discriminación.

 Referencias:

Abeijón, M. (2017). El concepto de verdad en» Historia de la Locura». Nuevo Pensamiento, 7(9). Recuperado de: http://www.editorialabiertafaia.com/nuevopensamiento/index.php/nuevopensamiento/article/view/116/84#

Cruz, M. (2007). La locura en la vida normal. Wimb Lu, 2(1), 35-40. Recuperado de: https://revistas.ucr.ac.cr/index.php/wimblu/article/view/20704

Fernández Vázquez, A. (2015). Cambio en la noción de la locura. El Hospital de los Inocentes de Valencia. Cultura de los Cuidados (Edición digital), 19, 41. Recuperado de: https://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/46618/1/Cultura-Cuidados_41_13.pdf

Merriam Webster. (Dakota del Norte). Loca. En el diccionario Merriam-Webster.com. Recuperado el 29 de agosto de 2022, de https://www.merriam-webster.com/dictionary/crazy

Muñoz, P. D. (2009). Algunas elaboraciones psicoanalíticas en torno del uso del concepto de locura como distinto del concepto de psicosis. Anuario de investigaciones, 16, 125-132. Recuperado de: http://www.scielo.org.ar/pdf/anuinv/v16/v16a50.pdf

Sacristán, C. (2009). La locura se topa con el manicomio. Una historia por contar. Cuicuilco, 16(45), 163-188. Recuperado de: https://www.scielo.org.mx/pdf/cuicui/v16n45/v16n45a8.pdf

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