¿Qué estrategias utiliza usted para afrontar el estrés y potenciar su bienestar?
Por: Neighbors’ Consejo|
Todos los seres humanos se comportan de maneras diferentes al enfrentar situaciones estresantes, esto como un mecanismo para hacerle frente a los desafíos y demandas, con el fin de proteger al organismo del sufrimiento y el dolor, entonces, pone en marcha los recursos internos que ha desarrollado a lo largo de la vida para afrontar la situación.
Afrontamiento en términos generales, se refiere al esfuerzo de cada persona para anticiparse, desafiar o modificar las condiciones de una situación que es percibida como estresante. Es decir, una situación que se experimenta como negativa, por la reacción inespecífica del cuerpo y que dificulta que la persona se adapte al medio. Sin embargo, conduce a la persona a intentar hacer frente a la situación, como una estrategia de solución y que ha sido identificado como estrategias de afrontamiento. (Hernández et al., 2007)
Adaptarse a situaciones de estrés, requiere del desarrollo de estrategias de afrontamiento, es decir, de ciertos recursos personales. Según Lazarus y Folkman el afrontamiento resulta de “aquellos esfuerzos cognitivos y conductuales constantemente cambiantes que se desarrollan para manejar las demandas específicas, externas y/o internas, que son evaluadas como excedentes o desbordantes de los recursos del individuo”. (1986 Citado en Castaño & del Barco, 2010)
Por su parte, Felipe Castaño et al., (2010) retomando lo dicho por Fernández Abascal (1997), explica, que las estrategias de afrontamiento se establecen en relación a una situación determinada, ya que como lo plantea Fernandez estas serían “procesos concretos que se utilizan en cada contexto y pueden ser altamente cambiantes dependiendo de las situaciones desencadenantes”. Por este motivo, el afrontamiento se considera un recurso psicológico de cada individuo y que se pone en marcha para tratar de encontrar soluciones a determinada situación.
En el mismo sentido, Pascual Jimeno & Conejero López (2019) establecen que el afrontamiento “hace referencia a los diversos esfuerzos que realiza la persona para librarse de experiencias emocionales negativas”, a su vez, señalan que no existen estrategias de afrontamiento específicas y que no pueden considerarse directamente positivas o negativas, ya que, esta puede suponer una facilitador u obstáculo a la resolución de la situación, pues, estas dependen de muchas variable como la persona, la situación que se presenta y principios de cada quién.
A lo largo de las investigaciones sobre el tema, se han presentado diferentes clasificaciones de las estrategias de afrontamiento, cada una con características puntuales. De las primeras clasificaciones que se identificaron se encuentra la planteada por Lazarus y Folkman (1984), autores que describieron dos tipos de afrontamiento a partir de dos funciones:
- Afrontamiento centrado en el problema, también conocido como afrontamiento de acción directa. Está dirigido al manejo del suceso que causa el malestar e incluye la definición del problema y su resolución a través de la búsqueda de soluciones alternativas. Que según el análisis de Morán et al., (2010) pueden encontrarse en dos tipos de dimensiones:
a. El afrontamiento activo: Hacer frente a la situación.
b. La planificación: Aunque el problema sigue presente o puede surgir, se planifica contraacciones para reducir el impacto de las consecuencias negativas.
- Afrontamiento centrado en las emociones, también conocido como afrontamiento paliativo o de acción indirecta. Está orientado a regular la respuesta emocional que el evento genera y disminuir el grado de trastorno emocional o modificar la percepción de la situación sin cambiarla objetivamente. Incluye cuatro dimensiones diferentes: Distanciamiento, autocontrol, asumir la responsabilidad, reevaluación positiva.
Posteriormente, se conoció un tercer criterio para clasificar las estrategias de afrontamiento con estilo atenuador por la tendencia a evitar o reducir la información sobre amenazas. (Miller, 1987 Citado en Díaz, 2014) Otra clasificación es la de Girdano y Everly, quienes indican que las estrategias de afrontamiento pueden clasificarse en adaptativas o inadaptativas. Ya que, los comportamientos adaptativos ayudan a reducir el estrés y promueven la salud, esto se da fundamentalmente porque un afrontamiento exitoso permite reducir o eliminar la activación del órgano diana del estrés y así restablecer la homeostasis.
En relación a ello Echeburúa & Amor (2019) presenta una tabla con aquellas estrategias que pueden resultar inadaptativas o adaptativas, según sea el caso:
| Conductual | |
| Estrategias inadaptativas | Estrategias adaptativas |
| Evitación conductual que interfiere negativamente en la vida cotidiana de la persona | Exposición a situaciones/estímulos que pueden recordarle el suceso |
| -Aislamiento social -Acercamiento a personas inapropiadas -Rechazo de ayuda terapéutica (cuando se necesita) | – Búsqueda de apoyo social y familiar -Alejamiento de personas tóxicas -Búsqueda de ayuda terapéutica (cuando se necesita) |
| Conductas autodestructivas: – Abuso de alcohol y drogas – Automedicación sin control – Conductas de riesgo (conducción temeraria, deportes de riesgo…) – Conductas violentas | Conductas constructivas: – Consumo moderado de alcohol – Medicación controlada (si es necesaria). – Implicación en conductas gratificantes sin riesgo. – Conductas respetuosas o altruistas con los demás. |
| Cognitiva | |
| Estrategias inadaptativas Atención selectiva a sucesos traumáticos pasados | Estrategias adaptativas Focalización atencional en situaciones actuales positivas o en proyectos de futuro |
| Emocional | |
| Estrategias inadaptativas Anclaje en sentimientos negativos: – Nostalgia paralizante – Deseos de venganza e impotencia – Odio, rencor, resentimiento – Sentimientos de culpa – Ira, hostilidad | Estrategias adaptativas Sentimientos positivos liberadores: – Nostalgia positiva – Perdón, compasión – Dejar el suceso traumático en manos de la Justicia (humana o divina) – Desahogarse emocionalmente con seres queridos |
| Regulación emocional cognitiva | |
| Estrategias inadaptativas – Negación – Catastrofismo – Rumiación – Autoculpabilización – Culpar a otras personas | Estrategias adaptativas – Aceptación – Puesta en perspectiva – Reevaluación positiva – Fijarse selectivamente en lo positivo – Centrarse en la planificación |
A partir de los diferentes tipos de afrontamiento, queda claro que cada una tiene estrategias puede resultar funcional y/o disfuncional, dependiendo de las características de la situación, pues habrán estrategias que pueden ser eficaces para una y pueden no serlo en otras circunstancias.
Quizás por esto, resulta más significativo darle una mirada al afrontamiento como un proceso y no la mera defensa de la situación, Y a partir de lo cual se busca una interacción entre la evaluación de todas las variables que influyen la situación, ¿qué pienso?, ¿qué hago? y el resultado. En esta línea se puede observar los trabajos de Cohen y Lazarus (1983) quienes determinaron cinco modos de afrontamiento (Citado en Díaz, 2014):
- Búsqueda de información: En un intento de aprender más acerca del problema y lo que se puede hacer para afrontarlo.
- Acciones directas: Se trata de los actos o acciones concretas que pretenden responder a la situación, como por ejemplo discutir con los oponentes.
- Inhibición de la acción: Pretende reducir los efectos o consecuencias de la situación refrenando los actos impulsivos, como actuar con ira.
- Procesos intrapsíquicos o cognitivos: Se caracteriza por reevaluar la situación, desplegar la atención o buscando rutas alternativas de gratificación, incluye procesos como: la negación y la racionalización.
- Dirigirse a otros para solicitar apoyo. Se trata de un modo que aumenta el esfuerzo para lidiar con la situación estresante o para generar sentimientos de bienestar.
Por tanto, para poder afrontar los desafíos y las demandas de la vida con eficacia, es necesario comprender que se debe ser flexible y estar dispuestos a cambios que lleven a una adaptación acorde a las circunsatncias. Puede tener en cuenta, algunas de las siguientes actividades técnicas para afrontar situaciones difíciles:
Meditación: Le ayudará a aprender a reconocer y escuchar todos los pensamientos y experiencias, incluso los más difíciles. Esta técnica al ser consciente la puede aplicar en cualquier momento y lugar. (Pardo & González, 2019)
Optimismo y resiliencia: Ayuda a aumentar el bienestar emocional personal. Pues, el optimismo como estrategia de afrontamiento centrada en la resolución de problemas predicen la resiliencia. (Morán et.al., 2019; Vizoso, 2019).
El perdón: Involucra pensamientos, emociones, comportamientos y demás buscando un punto de equilibrio psicológico y una respuesta cognitiva y emocional positiva. (Rocha et al., 2017)
Redes de apoyo social: compartir el problema con otras personas y apoyarse en ellos. Comunicar no siempre resolverá los problemas, pero, permite descubrir diferentes alternativas y opiniones. (Rodríguez et al., 1993)
La musicoterapia, arteterapia y el journaling (registro de emociones o actividades para uno/a mismo/a): Permite sentirse más en control pues representa un alivio emocional con un impacto positivo y la toma de responsabilidad. Son una excelente manera de resolver y llegar a un acuerdo con emociones «agotadoras».
Por supuesto, buscar ayuda profesional, es muy satisfactorio, muchas situaciones representan gran angustia, especialmente cuando no se puede hacer nada para mejorar la situación. Entonces, obtener ayuda de un profesional que permita activar nuevos recursos e implementar estrategias de afrontamiento eficaces y saludables.
Para finalizar, las estrategias de afrontamiento son los recursos de los que dispone el individuo para hacerle frente a las situaciones estresantes, ayudan a gestionar, reducir o combatir las demandas del ambiente, pues, a través de ello el individuo logra adaptarse, aunque en ocasiones resulte ser un obstáculo para la interacción con los demás, es decir, no ser lo suficientemente eficaces. Es importante, que cada persona conozca los diferentes tipos de afrontamiento e identifique aquellas que le favorezcan para la regulación emocional evitando conductas agresivas o violentas que perjudiquen su desarrollo social.
Referencias:
Díaz, M. (2014). Relación entre personalidad, afrontamiento y apoyo social con burnout, calidad de vida profesional y salud, en bomberos de Gran Canaria (Doctoral dissertation). Recuperado de: https://accedacris.ulpgc.es/handle/10553/12978
Echeburúa, E., & Amor, P. J. (2019). Memoria traumática: estrategias de afrontamiento adaptativas e inadaptativas. Terapia psicológica, 37(1), 71-80. Recuperado de: https://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-48082019000100071&lng=en&nrm=iso&tlng=en
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Morán, C., Landero, R., & González, M. T. (2010). COPE-28: un análisis psicométrico de la versión en español del Brief COPE. Universitas Psychologica, 9(2), 543-552. Recuperado de:
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