¿Falta de atención y embotamiento? Podría estar padeciendo una alteración en la conciencia conocida como Obnubilación

Por: Neighbors’ Consejo|

El ser humano conoce el mundo a través de la experiencia sensorial. Sin embargo, no basta solo con sentir, ese conocimiento requiere de un procesamiento de la información recibida que se convierte en percepciones gracias al cerebro y al sistema nervioso. Es así, como el hombre conoce el mundo, les da significado a las cosas y establece relación con todo lo que lo rodea. 

“Imagine por un momento que puede usted penetrar en un televisor en funcionamiento para conocer lo que está ocurriendo en su interior. No creo que le haya pasado por la cabeza que allí dentro encontraría imágenes, colores y sonidos, como los que puede ver en la pantalla de ese televisor. Lo que hallaría serían miríadas de pequeñas e ininteligibles corrientes eléctricas que van y vienen entre los componentes de múltiples circuitos electrónicos. Esas micro-corrientes codifican la información que el televisor ha recibido por la antena de modo similar a como los puntos y rayas del código morse codifican los mensajes en el antiguo telégrafo. Cuando han procesado la información, los circuitos electrónicos del televisor convierten el resultado de su trabajo en las imágenes y sonidos que aparecen en su pantalla.”

Ignacio Morgado Bernal, Catedrático de Psicobiología del Instituto de Neurociencia y de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Barcelona

De acuerdo con Ignacio Morgado, el procesamiento de información realizado al interior del cerebro, es lo que se reconoce como conciencia. Martínez (2019) citando las palabras de Kaplan y Sadock (1999) define la conciencia como el “darse cuenta de sí mismo y del entorno”. Este término representa el centro de la actividad mental consciente, pues cabe aclarar que existen procesos mentales inconscientes, aquellos de los que la persona no se percata. 

Por otra parte, desde el enfoque neurobiológico, el cerebro humano antes de adquirir “conciencia” debió adquirir la capacidad para mantener contacto con el medio o permanecer despierto; atender lo que sucede a su alrededor, conocido como atención; y, finalmente interactuar con él. (García, Sauri, Meza, & de Jesús, 2013) Estas funciones señalan la complejidad de la funcionalidad cerebral y, dan paso para identificar los componentes de la conciencia, que son la vigilia o, fenómeno de despertar y el propio contenido de la conciencia, los cuales según Plum y Posner, se relacionan a estructuras bases neuronales o sustratos neuroanatómicos exactos. (Citados en Grille, 2013)

Para ilustrar mejor, el primer componente “el estado de vigilia o proceso de despertar”, tiene lugar en la estructura encefálica llamada Sistema Activador Reticular Ascendente (SRA); la interacción del grupo de neuronas que la componen es la responsable del mantenimiento del ciclo sueño-vigilia. Además, requiere de la participación de diferentes Neuro sustancias y, de que el individuo esté despierto para su buen funcionamiento. (Grille, 2013a) 

Otros autores sostienen que su funcionamiento depende del ritmo circadiano, es decir de los cambios en las características físicas y mentales que pueden ocurrir en el transcurso de un día, y a través del cual el locus cerúleo (región anatómica en el tallo cerebral) se “activa” o “desactiva” por cambios de la actividad metabólica, lo cual explica las variaciones en los estados alerta y en los periodos de mantenimiento de la atención. (García, Sauri, Meza, & de Jesús, 2013) En pocas palabras, los cambios circadianos o los que se dan alrededor del día, por ejemplo, la cantidad de luz entre el día y la noche, permiten que se active o desactive los ciclos de vigilia y sueño, por ende, el estado de alerta. 

El segundo componente, corresponde al contenido de la conciencia, el cual está constituido por el resultado de las habilidades cognitivas y afectivas del individuo, tiene lugar en las estructuras de la corteza cerebral: Corticales y subcorticales (tálamo, diencéfalo y sistema límbico), las cuales indican el nivel de conciencia según sea la intensidad requerida por el estímulo para dar la respuesta adecuada. (Grille, 2013b) 

Es por eso que existen diferentes alteraciones de la conciencia que se clasifican según el grado de afectación, puesto que los estados alterados son una reducción en la reacción a los estímulos del ambiente y dentro de los cuales se encuentra: confusión, obnubilación, delirio, estupor y coma. Este artículo hará referencia a la Obnubilación como uno de los niveles menos severos de deterioro de la conciencia. 

De acuerdo con el Instituto Nacional del Cáncer de los Institutos Nacionales de la Salud de EE. UU., la obnubilación es un nivel difuso o reducido de vigilia o conciencia. En el mismo sentido autores como Misas, Mila, y Expósito (2006), señalan puntualmente que esta alteración es un embotamiento mental o torpeza, así como la reducción leve o moderada del estado de vigilia. Weiss, N. (2011) la define como la alteración moderada de la vigilia donde el paciente está con los ojos cerrados, pero se le puede despertar y su atención se concentra en un punto fijo. Además, Ramiro Coello (1982) resalta que, aunque es un estado alterado de difícil descripción un rasgo clínico propio de la obnubilación es la perplejidad. 

La persona obnubilada presenta somnolencia casi al punto de estar dormido, disminución de las elaboraciones psíquicas, es decir que su mente no es clara, sus pensamientos resultan dificultosos e incompletos; percibe los estímulos sensoriales con dificultad, por lo que requieren de una mayor intensidad para hacerlos conscientes, por ejemplo: gritarlo, sacudirlo, repetirle lo que se dice, etc.; su atención es vaga y capta el ambiente de forma incompleta e inexacta; se le dificulta llevar a cabo y con éxito tareas específicas como reflexionar o concentrarse; también puede presentar amnesia subsecuente, es decir inmediata al momento de desarrollar la alteración; variación del ritmo vigilia-sueño, así como lentitud para responder, pues ésta débil y se fatiga rápidamente; además muestra poco interés por el ambiente, por lo que puede mostrarse apático, irritable e inestable. (Caso, 1971; De Castro, 2008; Grau, 2011).

En relación a las causas de la obnubilación la Clínica Universidad de la Navarra, plantea que este tipo de alteración puede ser provocado por la intoxicación producidas por algunas sustancias psicoactivas (barbitúricos, tranquilizantes), por traumatismos craneoencefálicos o crisis convulsivas epilépticas y por otras enfermedades de afectación cerebral. El portal español Top Doctors menciona otras causas que varían entre hipnosis, miedo, ayuno, agotamiento, deshidratación, manías e insomnios, etc.

De manera similar el portal MedlinePlus de la Biblioteca Nacional de Medicina (EE. UU.), enumera algunas de las causas de la disminución de la conciencia como lo son:

 

Afecciones

Enfermedad renal crónica

Cansancio extremo o falta de sueño

Hiperglucemia o hipoglucemia

Concentración de sodio alta o baja en la sangre

Infección que es grave o compromete el cerebro

Insuficiencia hepática 

Trastornos de la tiroides 

Lesión o trastornos cerebrales

Demencia o enfermedad del Alzheimer

Traumatismo craneal (casos moderados o graves)

Convulsiones 

Accidente cerebrovascular masivo o cuando ha destruido ciertas áreas del cerebro como el bulbo raquídeo o el tálamo. 

Infecciones que afectan el cerebro, como la meningitis o encefalitis 

Lesión o accidentes

Accidentes de buceo y ahogamiento inminente

Insolación

Hipotermia o Temperatura corporal muy baja 

Problemas cardíacos o respiratorios,

Ritmo cardíaco anormal 

Falta de oxígeno por cualquier causa

Presión arterial baja o muy alta 

Insuficiencia cardíaca grave

Enfermedades pulmonares graves

Toxinas y drogas,

Consumo de alcohol (beber demasiado o daño a raíz del consumo prolongado de alcohol)

Exposición a metales pesados, hidrocarburos o gases tóxicos

Consumo exagerado de drogas como opiáceos, narcóticos, sedantes, y ansiolíticos o anticonvulsivos

Efectos secundarios de casi cualquier medicamento, como los que se utilizan para tratar convulsiones, depresión, psicosis y otros padecimientos.

Cabe señalar que la obnubilación se ha presentado como síntoma posterior a la afección del COVID-19 en sus formas grave, leve o asintomática. Manifiesta la Directora de la División de Neuropsicología y Neurociencia Cognitiva y neuropsicóloga de University of Miami Health System, Bonnie Levin que, aunque esto no se ha reconocido formalmente como una afección médica o psicológica que cause la alteración de la conciencia, puesto que puede ser un efecto secundario de otra afección o enfermedad, si se manifiesta con frecuencia en algunos pacientes e interfiere en sus actividades diarias. Por lo que, la Dra. Levin sugiere: 1. Hacer listas de tareas detalladas; 2. Utilizar estrategias de memoria y evocación; 3. Tomar notas y configurar recordatorios en el teléfono; y, 4. Evitar aceptar demasiadas obligaciones, para no abrumarse. (Communidad Uhealth, 2022)

Considerando a la conciencia, como el mecanismo que permite la interacción con el entorno y cuya afectación limita la facultad mental del individuo, es necesario conocer que su diagnóstico y tratamiento requiere de la evaluación neurológica, física completa y detallada, especialmente de aspectos como: El nivel de alerta y conciencia; el patrón de respiración; la valoración de las pupilas y sus reflejos; los movimientos óculo-cefálicos y óculo-vestibulares y la respuesta motora. De ser necesario se realizarán pruebas de laboratorio y de diagnóstico por imagen. (García et al., 2013).

El tratamiento varía de acuerdo a la causa, de manera general requiere de manejo integral, el cual incluye: Mantenimiento de la vía aérea permeable; medidas preventivas para los problemas por la inmovilización como los trombos, contracturas, erosiones de la piel, etc.; manejo nutricional; prescripción de medicamentos de ser necesario; estimulación cerebral, donde la musicoterapia ha mostrado algunos beneficios.

Cabe aclarar, que la prevención siempre será un buen elemento en este tipo de diagnósticos, por lo que le presentamos algunas actividades que le ayudarán a conservar el buen estado de la conciencia, descritos por el portal Communidad Uhealth, como:

  • Estimulación cerebral, por ejemplo, a través de la lectura.
  • Realizar actividad física.
  • Hacerse consciente de las emociones y procurar el bienestar emocional.
  • Tener buena higiene del sueño
  • Mantener buenos hábitos alimenticios, para evitar la obesidad y la diabetes.
  • Reducir el consumo de sustancias y alcohol.
  • Mantener la salud cardiovascular bajo control. 
  • Estimular la memoria.

Para finalizar, el mecanismo a través del cual el ser humano logra la comprensión de sí mismo y de todo lo que lo rodea, es lo que conocemos como conciencia, su función depende de estructuras neuronales y sustancias bioquímicas del cerebro esencialmente de la corteza cerebral. Este proceso requiere que la persona esté despierta, es decir, que su estado de alerta (vigilia) funcione de manera óptima, que logre atender e interactuar con el entorno. Su afectación se convierte en alteraciones de la conciencia en sus diversos grados, siendo la obnubilación la menos grave, pero igual de importante. La persona obnubilada suele pensar y actuar de forma más lenta de lo habitual, muestra confusión mental y se ve adormecida o aturdida, su tratamiento requiere de manejo integral, sin embargo, no ha mostrado elevada eficacia por lo siempre recordamos que el cuidado de la salud física y mental son vitales.

Referencias:

Caso, Agustín. (1971). La conciencia y sus alteraciones. Gaceta Medica de México, 101 (2), 193-204. Recuperado de: http://www.anmm.org.mx/bgmm/1864_2007/1971-101-2-193-204.pdf

Clínica Universidad de la Navarra. Obnubilación. Diccionario Médico. Recuperado de: https://www.cun.es/diccionario-medico/terminos/obnubilacion

Coello, Ramiro. (1982). Estados Alterados de la Consciencia. Rev. Méd. Hondur, 50.

Communidad Uhealth. (Febrero 21, 2022). ¿Se siente obnubilado? Cómo combatir la obnubilación posterior a la COVID-19. Recuperado de: https://news.umiamihealth.org/es/se-siente-obnubilado-como-combatir-la-obnubilacion-posterior-a-la-covid-19/

Cortés, C., & Irilia, A. (2003). El procesamiento humano de la información: en busca de una explicación. acimed11(6). Recuperado de: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1024-94352003000600006

De Castro, P. (2008). Paciente con alteración de conciencia en urgencias. In Anales del sistema sanitario de Navarra (Vol. 31, pp. 87-97). Gobierno de Navarra. Departamento de Salud. Recuperado de: https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1137-66272008000200008

Diccionario del Instituto Nacional de Cáncer. Institutos Nacionales de la Salud de EE. UU. Recuperado de: https://www.cancer.gov/espanol/publicaciones/diccionarios/diccionario-cancer/def/obnubilacion

Diccionario Medico. ¿Qué son los estados alterados de la conciencia?. Top Doctors. Recuperado de: https://www.topdoctors.es/diccionario-medico/estados-alterados-de-conciencia

García, S., Sauri, S., Meza, E. & de Jesús, A. (2013). Estado de coma y trastornos de la conciencia: una revisión analítica desde un enfoque neurofuncional. Parte I. Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas18(1), 56-68. Recuperado de: https://www.redalyc.org/pdf/473/47326333009.pdf

Grau, A. (2011). Trastornos exógenos u orgánicos. Slßooks, 529.

Grille, P. (2013). Alteraciones del estado de conciencia en la sala de emergencia. Arch Med Interna35(3), 85-92. Recuperado de: http://www.scielo.edu.uy/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1688-423X2013000300005#3

Martínez, D. R. (2019). La clasificación de los trastornos de la conciencia. Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría39(135), 33-49. Recuperado de: https://scielo.isciii.es/pdf/neuropsiq/v39n135/2340-2733-raen-39-135-0033.pdf

MedlinePlus en español. Bethesda (MD). Biblioteca Nacional de Medicina (EE. UU.); (actualizado 5 de Abril, 2021). Recuperado de: https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/003202.htm

 Misas, M., Mila, S. & Expósito, I. (2006). Coma. Revista de las Ciencias de la Salud de Cienfuegos Vol. 11, (1). Recuperado de: https://www.studocu.com/pe/document/universidad-de-san-martin-de-porres/fisiopatologia/s2coma-coma/8830321

Morgado, Ignacio. (Diciembre 11, 2019). ¿Qué es la consciencia? ¿Cómo la crea el cerebro?. Psicología y Neurociencia. Investigación & Ciencia. Recuperado de: https://www.investigacionyciencia.es/blogs/psicologia-y-neurociencia/37/posts/qu-es-la-consciencia-cmo-la-crea-el-cerebro-18107 Weiss, N. (2011). Síndrome confusional y coma. EMC – Tratado de Medicina, 15(1), 1–8. Recuperado de: https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S1636541011709692

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