Estancarse en la zona que produce seguridad o arriesgarse dentro de un camino de aprendizaje 

Por: Neighbors’ Consejo|

“Confort” se refiere a un estado ideal de bienestar, salud, comodidad física, descanso mental y agrado emocional donde no existen perturbaciones en el contexto.

Fausto Aguirre (2016)

Vivir en un espacio que se considera seguro y tranquilo, provoca en las personas un estado de comodidad, imagínese usted cuando ese mismo estado trasciende a lo psicológico y emocional. Esto es lo que se conoce como “zona de confort” y si bien el individuo se siente seguro y a gusto, también le provoca una pasividad que puede limitar su desarrollo personal y profesional. Piense ¿Qué ocurriría si usted no disfruta y aprovecha todas las oportunidades que se le presentan, por temor a no salir de su zona de confort?

La expresión zona de confort para Anna Forés et.al. (2013) significa:

“Un espacio personal o un posicionamiento conformado por las actitudes, procedimientos y estrategias que habitualmente utilizamos y con las que nos sentimos “cómodos”. El comportamiento que se deriva de esta posición se instala en nuestra manera de proceder y muchas veces ni nos planteamos cambiarlo o mejorarlo, simplemente porque nos sentimos seguros en esta manera de hacer”.

Es decir, que es aquel espacio que brinda seguridad y comodidad a las personas que se mantiene de comportamientos habituales, los cuales no se buscan cambiar por el temor de asumir nuevos retos, de alguna manera el individuo se estanca en dichas rutinas y se conforma con lo que ya resulta conocido. Tal como lo establece el portal web Siquia surge como “un patrón de comportamiento que se establece en nosotros para mantener un nivel de ansiedad neutral”.

En este sentido, La psicóloga consultora Elena Mató de seguros MAPFRE, sostiene que la zona de confort es “un estado mental, una situación o un modo de vida en el que la persona vive de forma cómoda, relajada, conformista”, no asume riesgos, retos o desafíos, lo que sin duda minimiza la necesidad de superarse. Pues, en este espacio se encuentra todo lo que ya se conoce, le hace sentir a gusto por la sensación de control que representa.

Los seres humanos, por instinto, pasan la vida evitando todo aquello que amenaza su tranquilidad, por eso, tratan de huir de la incertidumbre y el fracaso. El problema para la salud mental, es cuando la zona de confort se convierte en un obstáculo para conseguir el bienestar. Pues, mantenerse en el estado mental que genera la seguridad de lo conocido y al evitar afrontar situaciones nuevas o desafiantes, resulta negativo, ya que realmente la persona no aprende, ni desarrolla su potencialidades, por el contrario obstaculiza su crecimiento.

Ahora bien, cabe aclarar, que asumir riesgos no es igual a exponerse a situaciones extremas o peligrosas. Y que, aunque pueda parecer complejo, lo que genera crecimiento personal está en enfrentar los temores y aprovechar cada oportunidad que se presenta como un nuevo aprendizaje y así salir de la zona de confort. En palabras de Mike Brown “El desarrollo intelectual y el crecimiento personal no ocurren si hay comodidad y no hay desequilibrio en el pensamiento o sentimiento actual de una persona”.

Salir de la zona de confort es ir un poco más allá y darle sentido al mundo que rodea a la persona como tal, viviendo diferentes experiencias y estrategias, además, teniendo en cuenta, la autonomía y la disposición. Esto implica un trabajo, pues, exige cambiar y variar los espacios y las formas habituales de hacer las cosas. (Foréz et al., 2013).

Y aunque según algunos análisis, salir de la zona de confort, puede representar un malestar subjetivo, con respuestas fisiológicas tales como: aumento de la frecuencia cardíaca, sudoración, etc., y reacciones psicológicas como sensación de pánico, miedo emocional, excitación, entre otras (Brown, 2008). Además, genera apatía e incluso desgaste físico y mental, todo lo cual, se convierte en la principal excusa para no intentar y dar el siguiente paso.

Entonces, el reto está, no en abandonar la zona segura, más bien en favorecer el aprendizaje y encontrar un equilibrio que permita el crecimiento. Como sugiere Mike Brown (2008) «esforzarse, saliendo de su zona de confort, ampliar sus límites preconcebidos y, por inferencia, aprender (y convertirse en mejores personas)”.

Tenga en cuenta que si usted cumple con algunos signos de la siguiente lista, esto puede ser un indicativo de que necesita un cambio próximo e iniciar un trabajo constante para salir de su zona de confort (Delgado, 2023):

  1. No crece desde el punto de vista emocional e intelectual.
  2. Experimenta una profunda apatía.
  3. Se siente profundamente desmotivado,
  4. No tiene nuevos proyectos o planes.
  5. Se cierra a nuevas ideas.
  6. Mantiene su sistema de creencias perfectamente estructurado.
  7. Teme asumir riesgos.
  8. Dejar pasar buenas oportunidades con la excusa de que podrías perder más que ganar.
  9. Desde hace meses o años sigues la misma rutina diaria, sin encontrar nada estimulante en ella..
  10.  Hace mucho que no experimenta la sensación de estar vivo que genera probar cosas nuevas.
  11. Se aísla y regularmente piensa que todo carece de sentido, esto puede generarle una profunda sensación de tristeza y soledad y en casos más graves derivar en una depresión.
  12. No aprende nada nuevo, porque sostiene la idea de que está bien así, aunque en el fondo experimente un gran vacío.
  13. Usa palabras como “me gustaría”, “quizá”, “vamos a ver”…, pero de fondo esto es un deseo permanentemente postergado por el miedo a salir de la zona de confort.
  14. Procrastina
  15. Dice “no” continuamente, a planes e ideas nuevas que le proponen y que implican un cambio en su rutina o manera de hacer las cosas.

Para empezar a salir de la zona de confort, Víctor Cavazos Sada propone 4 pasos que le serán de gran ayuda:

  1. Primero que nada, aceptar que se está en la zona de confort: Es decir, reconozca que ha estado haciendo lo mismo de siempre durante mucho tiempo, y que no ha hecho nada para cambiar esa situación, es importante reconocer que se deben tomar medidas para cambiar la realidad que no se desea.
  2. Conozca sus miedos: Dejarse llevar por los temores permite acostumbrarse a la negatividad “no serviré para ese trabajo”, “no soy lo suficiente atractiv@”, o “no soy lo suficiente buen@ para lograr mis sueños”, etc. Enfrente sus miedos y no lo permita.
  3. Piense en lo que realmente desea hacer: Visualice los resultados y cuáles serán los sentimientos que esto conlleve. La imaginación y los propios pensamientos son un buen aliado para incentivar los cambios en la vida.
  4. Vaya a la acción: Haga cambios por pequeños que sean harán la diferencia.

Una vez inicie, encontrará grandes beneficios: obtendrá crecimiento personal, fomentará su creatividad, aumentará su autoconfianza, tendrá una visión positiva de las cosas y de la vida, lo que le ayuda a disminuir la ansiedad, el estrés y los pensamientos negativos. Además, mejorará su vida social.

Para finalizar, la zona de confort es un estado mental en el que las personas se sienten seguras y cómodas, pero que puede limitar su crecimiento personal y profesional. Salir de la zona de confort implica enfrentar los miedos y aprovechar nuevas oportunidades, que si bien puede generar malestar, también produce beneficios como crecimiento personal y aumento de la autoconfianza. Así que no te quedes estancado, haz cambios que traigan satisfacción personal.

Referencias:

Aguirre Escárcega, F. E. (2016). El Espacio Interior y el Usuario: Teoría y diseño del interiorismo. Universidad Autónoma de Ciudad Juárez. Recuperado de: https://elibros.uacj.mx/omp/index.php/publicaciones/catalog/view/71/66/248-1

Brown, M. (2008). Zona de confort: ¿modelo o metáfora?. Revista de educación ambiental y al aire libre 12 , 3–12. Recuperado de: https://doi.org/10.1007/BF03401019

Cavazos Sada, V. (2013). La actitud mental en la zona de confort. Proyectos Institucionales y de Vinculación. 1(2). 54-59. Recuperado de: http://eprints.uanl.mx/9865/1/La%20actitud%20mental%20en%20la%20zona%20de%20confort.pdf

Delgado Suárez, J. (2023). ¿Qué es la zona de confort – y qué no es?. Rincón de la Psicología. Recuperado de: https://rinconpsicologia.com/que-es-la-zona-de-confort/

Forés Miravalles, A., Sánchez i Valero, J. A., & Sancho Gil, J. M. (2014). Salir de la zona de confort. Dilemas y desafíos en el EEES. Tendencias Pedagógicas. (23). 205-214. Recuperado de: https://revistas.uam.es/tendenciaspedagogicas/article/view/2080

Mató, Elena. (Julio 27, 2021). Salir de la zona de confort. Seguros MAPFRE. Recuperado de: https://www.salud.mapfre.es/cuerpo-y-mente/psicologia/salir-de-la-zona-de-confort/ Psiquia. (s. f.). Zona de confort: ¿Qué es y cómo salir de ella?. Recuperado de: https://www.siquia.com/blog/zona-de-confort/

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