Equilibrio mental: un Balance que requiere tiempo y dedicación

Por: Neighbors’ Consejo|

 Cuidar la salud mental es vital para garantizar el bienestar y viceversa, mantener un estado de bienestar ayudará a conservar la salud mental.

Todos anhelamos vivir llenos de felicidad y alcanzar la plenitud, en una palabra, estar en balance, tener equilibrio. Sin embargo, no es tan sencillo, pues muchas veces suelen presentarse situaciones de crisis como pérdidas, cambios, enfermedades, etc., que llevan a experimentar un desequilibrio.

Ahora bien, llegar al balance requiere de tiempo y dedicación, por ello es necesario hacerse consciente de la propia vida, pues verse y sentirse bien es una cuestión que va más allá de lo físico, comprende todas las dimensiones de la vida, es decir el cuerpo y la mente, pero también el aspecto emocional, tan fundamental hoy para lograr una buena salud mental y el bienestar general.

Como es conocido para muchos, la psicología durante muchos años enfocó su estudio principalmente en el análisis y tratamiento de enfermedades mentales, sólo hasta hace unos años la realidad mundial mostró la necesidad de comprender y atender la salud mental. En consecuencia, la Organización Mundial de la Salud (2018) define la salud mental como un estado de bienestar en el que la persona realiza sus capacidades y es capaz de hacer frente al estrés normal de la vida, de trabajar de forma productiva y de contribuir a su comunidad.

Como se planteó inicialmente, la forma cómo nos sentimos y actuamos está sujeta a la salud mental, pues desde una perspectiva positiva el bienestar conseguido es el resultado del balance entre factores como las emociones, los pensamientos, la afectividad, etc., y que hoy se conoce como equilibrio mental.

En el diccionario Webster, el equilibrio está definido como la estabilidad mental y emocional del sujeto. Este término es muy significativo y ha tomado gran importancia en todos los aspectos de la vida tanto individual como social, es fundamental a la hora de buscar felicidad y bienestar, pues estas solo se logran cuando todo (mente y cuerpo) están en balance o armonía.

Así entonces, el equilibrio mental es considerado por Wallace & Shapiro (2006) como el estado de bienestar producto de liberar la mente de sus tendencias aflictivas y negativas, dándose cuenta de su potencial en términos de sabiduría, compasión y creatividad.

Sirgy, M. J. (2019) define el bienestar como una amplia categoría de fenómenos que implican emociones positivas (preferencia de lo positivo sobre negativo), dominio de satisfacción (en la vida familiar, la vida social y la vida laboral) y la satisfacción con la vida en general.

Así mismo, Vida & Arte (2013) propone que otros elementos además del cubrimiento de necesidades básicas como el alimento y el abrigo influyen en el entrenamiento del equilibrio mental. Se ha comprobado que las personas suelen sentir mayor bienestar emocional cuando se apoyan en sus valores morales, religiosos o espirituales; así como en sus vínculos familiares y sociales, ya que esto impulsa la capacidad de superar los obstáculos y de sobreponerse al dolor emocional.

Dicho en otras palabras, el equilibrio mental se produce desde el aumento en las emociones positivas y la disminución de las negativas, es decir bienestar y satisfacción personal versus la ausencia de depresión y ansiedad, en procura de mejorar la calidad de vida, a través de los recursos individuales y el control de la propia vida.

El bienestar al que se hace referencia en este artículo, no depende del obtenido mediante la satisfacción y el placer por estímulos, como por ejemplo el disfrute de imágenes visuales atractivas, sonidos, aromas, sabores, etc., tampoco de la satisfacción al adquirir propiedades, poder, fama, reconocimiento, ya que estos son temporales y tan pronto como se pierde el contacto con el estímulo, el placer y el bienestar se desvanecen. Es más bien construido paso a paso, a partir de formas de vida sana, equilibrio psicológico y una sólida comprensión de la realidad, en otras palabras, el planteamiento compartido por la psicología occidental y el budismo como “la reducción del sufrimiento”. (Wallace, et al., 2006)

Cabe aclarar que no es malo el goce de los placeres por estímulo, cada uno tiene un significado para la vida, lo que realmente está mal es darle gran valor a esa satisfacción transitoria como si fuera el bienestar duradero, pero en cambio sí pueden percibirse como generadores de actitudes positivas, que cultivan el equilibrio mental y producen bienestar interior, permitiendo que la persona alcance un mayor desarrollo psicológico, social, y comunitario.

Según Gupta, Singh & Singh (2016) el equilibrio mental incluye el control de los deseos de la realidad, objetivos y metas, aspiraciones orientadas hacia la felicidad propia y ajena, capacidad para mantener la atención, “mindfulness”, libertad emocional, empatía, etc.. Por eso, es muy importante comprender que este es un conjunto de estados que abarca el equilibrio emocional, el de pensamiento, el de habilidades sociales, etc.

Estos estados positivos a nivel psicológico no sólo hacen parte de la salud integral de cada persona, sino que también científicamente se ha demostrado que influyen en los procesos de prevención, control y recuperación de enfermedades y problemas físicos. Por lo que, el bienestar experimentado parece tener relación directa al fortalecer el sistema, también aumenta la capacidad para reducir el estrés y aumentar la esperanza de vida. (Vázquez et al., 2009)

Después de todo, es importante entender que el equilibrio mental es un constructo que se forma a cualquier edad; sin embargo, lo ideal sería establecer estrategias desde la infancia, para que a través de la experiencia se vayan perfeccionando. Pero, nunca es tarde para dar inicio, como principio fundamental del equilibrio se requiere la auto-observación ya que esto le permitirá a la persona analizar la realidad y así comprender su mundo interno y externo de la mejor manera.

También es importante dedicar tiempo para sí mismo y establecer hábitos saludables como por ejemplo comer sano, disfrutar sin excesos, realizar actividad física (mejora el estado físico, disminuye el estrés, oxigena el cerebro, libera endorfinas), establecer rutinas de sueño y descanso (regenera células, reponer energía, descansa el cuerpo y la mente), disfrutar pasatiempos, estar abierto a cambios (plasticidad mental), establecer metas y objetivos. Además, es muy importante buscar ayuda profesional para favorecer el autoconocimiento, aprender a gestionar los pensamientos negativos y fortalecer las habilidades sociales como la escucha activa. (Ramos, 2022)

Existen varios caminos para alcanzar este equilibrio, propuestos desde las diferentes corrientes psicoterapéuticas, principalmente: Las psicoterapias analíticas, las terapias conductuales, psicoterapias humanistas y las terapias de tercera generación. Okairy Zuñiga (2021), nos presenta, por ejemplo:

  1. La musicoterapia, la música instrumental, clásica y armoniosa puede beneficiar al cuerpo y propiciar un equilibrio mental. Al parecer la melodía podría tener la capacidad de mejorar los procesos de aprendizaje y concentración, ya que estimula y activa al cerebro.
  2. La introspección, fortalece el estado mental y emocional a través de la autorreflexión y el autoconocimiento.
  3. La psicoterapia ayuda a mejorar la calidad de vida a través de la modificación de la conducta, sentimientos o pensamientos.
  4. La relajación, algunas técnicas, como el yoga, permiten obtener un descanso profundo de la mente. El yoga tiende a lograr la paz interior, la autorreflexión o la autorrelajación a través de aquietar la mente, desarrollar el yo para acceder a un nivel más profundo de conciencia. También ayuda a reducir el estrés psicológico y la depresión. (Gupta, et al., 2016).
  5. La meditación, como el mindfulness, que a través de ejercicios de respiración, la atención centrada en objetos y el uso de sonidos ha resultado de gran utilidad para la mejora de la memoria.
  6. La lectura, que además de ejercitar al cerebro, permite desarrollar las habilidades del pensamiento. Asimismo, influye en la capacidad de organización y concentración.
  7. El neurofeedback o neuroretroalimentación, es una técnica computarizada que hace que el individuo aprenda a controlar su conducta e influye en su bienestar mental.

Para concluir, el equilibrio mental comprende todas las dimensiones de la vida, física, mental, social, emocional, etc. Es un estado de bienestar donde los afectos y pensamientos juegan un papel importante, dicho bienestar se construye paso a paso a partir de cultivar experiencias de vida sana, conservar equilibrio psicológico y una sólida comprensión de la realidad. Y, no simplemente de la satisfacción obtenida del placer ​​por estímulos que solo llega a ser transitoria. Al contrario, el equilibrio mental lleva al individuo a sentirse pleno y en paz para poder desarrollar al máximo su potencial y lograr sus metas y propósitos.

Referencias

«Balance.» Diccionario Merriam-Webster.com , Merriam-Webster, https://www.merriam-webster.com/dictionary/balance.

Gupta, R. K., Singh, S., & Singh, N. (2016). Does yoga influence happiness and mental balance: A comparison between yoga practitioners and non-yoga practitioners. OJMR, 2, 1-5. Recuperado de: https://www.researchgate.net/profile/Ram-Gupta-2/publication/308077596_Does_yoga_influence_happiness_and_mental_balance_a_comparison_between_yoga_practitioners_and_non_yoga_practitioners/links/581eca1308ae40da2caf1903/Does-yoga-influence-happiness-and-mental-balance-a-comparison-between-yoga-practitioners-and-non-yoga-practitioners.pdf

Organización Mundial de la Salud (OMS). (30 de marzo de 2018) Salud mental: fortalecer nuestra respuesta. Recuperado de: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/mental-health-strengthening-our-response

Ramos, N. (8 abril, 2022). 10 consejos para vivir en equilibrio físico y mental. Mejor con Salud AS. Recuperado de: https://mejorconsalud.as.com/10-consejos-equilibrio-fisico-mental/

Sirgy, M. J. (2019). Positive balance: a hierarchical perspective of positive mental health. Quality of Life Research.Recuperado de: https://link.springer.com/article/10.1007/s11136-019-02145-5

Vázquez, C., Hervás, G., Rahona, J. J., & Gómez, D. (2009). Bienestar psicológico y salud: Aportaciones desde la Psicología Positiva. Anuario de Psicología Clínica y de la Salud/Annuary of Clinical and Health Psychology, 5, 15-28. Recuperado de: https://idus.us.es/handle/11441/132719

Vida & Arte (10 octubre 2013) ¿Cómo alcanzar el equilibrio mental? Un camino difícil, pero no imposible. Expansión. Recuperado de: https://expansion.mx/salud/2013/10/10/como-alcanzar-el-equilibrio-mental-un-camino-dificil-pero-no-imposible

Wallace, B. A., & Shapiro, S. L. (2006). Mental balance and well-being: Building bridges between Buddhism and Western psychology. American Psychologist, 61(7), 690–701. doi:10.1037/0003-066x.61.7.690. Recuperado de: https://psycnet.apa.org/record/2006-12925-003

Zuñiga, O. (4 abril, 2021). 7 técnicas sanadoras que te aportan equilibrio mental. Mejor con Salud AS. Recuperado de: https://mejorconsalud.as.com/7-tecnicas-sanadoras-que-te-aportan-equilibrio-mental/

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