El dilema de la gratificación: Elegir una recompensa momentánea o, un alivio duradero

Por: Neighbors’ Consejo|

Para la psicología, la gratificación “es toda fuente de satisfacción o placer”. Para esta ciencia social, el tema del placer es muy importante, pues se infiere que el individuo actúa en pro de la gratificación. Este tema ha sido objeto de múltiples investigaciones que han aportado a la construcción del conocimiento y que han permitido comprender el comportamiento humano a partir de las necesidades y deseos.

Por otro lado, el placer es un concepto fundamental para la teoría psicoanalítica de Sigmund Freud, quien en su obra “Más allá del placer” (1920) expresa que “la psique humana desde el nacimiento estaba regida por el Principio del Placer, como esa tendencia del psiquismo a buscar el goce y evitar el dolor, es decir, conservar el equilibrio.” También encontró que este principio puede ser inhibido por el Principio de Realidad, ya que a medida que el cerebro del niño madura, este entiende que los placeres no siempre pueden conseguirse de manera inmediata, pues existen ocasiones donde deben ser postergados, transformados o simplemente privados de ser cumplidos.

Todo lo anterior reveló a Freud, que la psique humana no está limitada por el Principio del Placer, sino que también existen los impulsos de conservación, supervivencia, vitalidad y bienestar, lo que él denomina Pulsión de Vida o Eros y, que incluyen las necesidades biológicas como el hambre, la sed, el refugio, etc., y las psicosociales, como la familia, la amistad, entre otras. Todo lo que sobrepasa este estado de supervivencia lo llamó Pulsión de muerte, quegeneralmente está asociado a la agresividad y destrucción de la vida.

A modo de ejemplo, cuando el bebé siente hambre experimenta sensaciones que le generan malestar general y, como su mente está gobernada por el placer, le lleva a buscar el alimento, entonces llora y llama la atención hasta encontrar la satisfacción y evitar la incomodidad. Sin embargo, a medida que el niño crece entiende que puede postergar ese deseo de comer y se adapta a la situación (el horario).

Ahora bien, estos conceptos toman relevancia en el tema de la gratificación. Se han identificado que existen dos tipos de esta y, que han sido objeto de grandes investigaciones por sus consecuencias sobre el comportamiento social: La gratificación instantánea o inmediata y, la retrasada o demorada.

Para contextualizar el tema de la gratificación, es necesario hacer una ubicación temporal entre los años 60 y 70, donde el profesor de Psicología Walter Mischel, en la Guardería (King Nursery School) de la Universidad de Stanford, realizó un estudio conocido como el “Experimento de la Golosina” (Marshmallow Experiment), cuya finalidad era evaluar y comprender la capacidad de los niños para retrasar la gratificación y entender la fuerza de voluntad.

La investigación se realizó a niños de entre 4 y 6 años, quienes son llevados a un espacio (habitación) y se les muestra un trozo de pastel o un malvavisco, en general, una chuchería sobre una mesa. Posteriormente, se les indica que tiene dos elecciones: La primera, es comer instantáneamente la golosina considerada como recompensa (gratificación instantánea) y la segunda, consiste en que podrán obtener dos golosinas similares si consiguen esperar (demora en la gratificación) a que el evaluador regrese a la habitación después de 15 minutos. De manera simultánea los investigadores chequean el comportamiento del niño y miden el tiempo en que tarda en tomar una decisión. (Mischel & Ebbesen, 1970)

Es decir, que el estudio le ofrece al niño elegir por la recompensa instantánea o escoger por esperar para obtener un premio mayor. En palabras de Mischel y Ebbesen (1970a) “recompensas inmediatas más pequeñas versus retrasadas, pero más grandes”. Lo que convierte al tiempo de espera en una variable de la investigación, ya que para Mischel (1987 Citado en Germano et al., 2017), la decisión del niño y su comportamiento durante la espera es la habilidad para demorar la gratificación y que luego se identifica como la capacidad de auto-control.

Años más tarde, Walter Mischel y sus ayudantes realizaron un seguimiento a los niños que participaron en el estudio entre 1968 y 1974, para conocer la correlación entre el comportamiento del menor durante la investigación inicial y su comportamiento y estilo de vida después, los resultados fueron asombrosos. Los niños que fueron capaces de retrasar la gratificación mostrando mayor auto-control, revelaron menos dificultades de comportamiento años después durante su adolescencia. (Germano et al., 2017a)

Se encontró por ejemplo, que aquellos niños tenían mejor desempeño académico según puntajes en las pruebas de aptitud académica SAT ((Scholastic Assesment Test) en comparación con los menores que optaron por la gratificación instantánea; mostraron mejor ajuste socio-emocional y autoestima; mayor desarrollo de habilidades interpersonales, afrontan mejor la frustración y el estrés, planifican con anticipación,  piensan en el futuro, son atentos y capaces de concentrarse, usan y responden a la razón, también mostraron menor riesgo de abuso de alcohol o sustancias y problemas alimentarios. (Mischel, Shoda y Rodríguez, 1989)

Posteriormente, resultados de resonancia magnética funcional (MRI), mostraron que los niños que habían logrado demorar la gratificación, eran jóvenes con auto-control y que espacios en su cerebro eran más activos con respecto a los menores que no lo lograron. Por ejemplo, en áreas de procesos de motivación y control, en la de pensamiento creativo y el control de la conducta. (Shoda, Mischel & Peake, 1990).

Cabe resaltar que, los menores que dentro de la investigación optaron por la medida de la demora en la gratificación, mostraron múltiples ventajas en diferentes aspectos futuros sobre sus pares, especialmente en temas relacionados con la integración social, el éxito escolar, el desarrollo de capacidades como la paciencia, el control de los impulsos, el autocontrol, la autorregulación y la fuerza de voluntad, todos relacionados a la capacidad de adaptación al entorno.

Por otra parte, los niños que optaron por la gratificación instantánea mostraron tendencias a derrumbarse bajo estrés, nerviosismo, desorganización y retraso escolar. (Shoda et al., 1990a). De acuerdo con Gottfredson y Hirschi (1990), elegir gratificación inmediata es decir mostrar bajo autocontrol, en un futuro revela tendencia a preferir las tareas simples, las conductas arriesgadas, las actividades físicas y no mentales. Los menores que no lograron contenerse a la recompensa instantánea mostraron en la adolescencia ser mayor impulsividad, menor tolerancia a la frustración, agresividad, bullying (Ramírez, 2002) y el trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad, TDAH (Barrero, 2010) (Citados en Germano et al., 2017b)

Lo anterior está relacionado a consecuencias negativas como el abandono de los estudios, el abuso de alcohol y sustancias, problemas de salud especialmente la obesidad, embarazos no deseados, entre otros. Ahora bien, de acuerdo con la prueba de resonancia magnética funcional (MRI), estas personas revelaron mayor actividad en el área del cerebro asociada al deseo, al placer y a las adicciones. (Shoda, et al., 1990b) Lo que para María Teresa Carrillo & Martín, Luengo (1993), revela una estrecha relación con la frecuencia y gravedad del comportamiento delictivo y conducta antisocial en adolescentes.

Resistirse a la gratificación inmediata no es una cuestión tan sencilla y mucho menos cuando en la sociedad actual es fácil satisfacer los deseos de forma instantánea. Por ejemplo, los aparatos tecnológicos para los niños, las redes sociales para los jóvenes, compras compulsivas o adicción en los adultos, etc. Además, el ser humano hoy día muestra menor capacidad de espera, puesto que existe mayor disposición de los recursos lo que a su vez ha contribuido al consumo desmedido y compulsivo del comercio, de las sustancias, de las relaciones sin compromiso, etc.

En investigaciones como la realizada por Profesores de la Escuela de Negocios y Emprendimiento junto con la Universidad Ana G. Méndez, Gurabo de Puerto Rico (Santos, et al.  2019), se ha encontrado el impacto de la gratificación instantánea para el uso y consumo de contenido y plataformas digitales y medios sociales como Snapchat, donde se evidenció que este es impulsado especialmente por cuatro categorías: Las emociones, el efecto cognitivo, lo social y lo habitual. Por otro lado, para Hartmann (2017 citado por Santos, et al.  2019a) estudios revelan que la interactividad entre los consumidores y la marca se basa en experiencias, entretenimiento, información y participación activa, lo que aumenta el consumismo en generaciones jóvenes. 

En suma, la exhibición habitual y la interacción al alcance de la mano de contenidos tecnológicos en la actualidad, han aumentado el consumismo en la sociedad, situación que es aprovechada por las empresas a través de los diferentes medios de comunicación. Eslogan como “La vida es más divertida cuando disfrutas del presente”, revelan el bajo nivel de espera y paciencia ante estímulos de marketing del mercado. 

Lo importante es entender que el placer experimentado por la gratificación instantánea es temporal, da una ilusión falsa de felicidad, pues partiendo del sistema de recompensa cerebral se entiende que este mecanismo permite asociar los estímulos con el placer o la aversión, motivando a la persona a tomar decisiones frente a las necesidades básicas como la comida, el sexo, la interacción social, etc., lo que termina reforzando comportamientos (Méndez Díaz et al., 2010). Mientras que cuando el ser humano establece una conducta de espera de la gratificación, está procurando la obtención de algo mejor a largo plazo, es decir que esta conducta va contribuir en la consecución de metas lo que seguramente promoverá en la persona un sentimiento de felicidad mayor y perdurable.

Al final, es recomendable entrenar las capacidades de autocontrol y autorregulación en cualquier etapa de la vida, es importante aprender a identificar los impulsos y hacerse consciente en la toma de decisiones, si se considera necesario busca la ayuda de un profesional para que enseñe herramientas que le sirvan a la hora de controlar los impulsos. 

A manera de conclusión, la demora de gratificación obedece a la habilidad de autocontrol del individuo como de la capacidad de gestionar los impulsos y está relacionado con la motivación y cumplimiento del logro. Los estudios realizados por Walter Mischel, revelaron que los menores que ejercieron el autocontrol optando por la gratificación retrasada también ejercieron esta habilidad en la etapa de la adolescencia y la adultez, reflejando grandes ventajas sobre aquellos que no pudieron resistirse a la gratificación instantánea, lo que muestra la importancia de educar y ejercitar dicha habilidad para desarrollo del individuo.

Referencias

Carrillo, M. T., & Luengo, M. (1993). Demora de la gratificación y conducta antisocial en los adolescentes. Análisis y modificación de conducta, 19(67), 643-663. Recuperado de: https://redined.educacion.gob.es/xmlui/handle/11162/21162

Freud, S. (1920). Más allá del principio del placer (Vol. 357). Ediciones Akal.

Germano, G., & Brenlla, M. E. (2017). El Experimento de la Golosina de Mischel a la luz de las teorías neo-conductista y psicoanalítica. Recuperado de: https://repositorio.uca.edu.ar/bitstream/123456789/6092/1/experimento-golosina-mischel-luz-teorias.pdf

Mendez, D. M., Contreras, A. E. R., Gómez, B. P., Romano, A., Caynas, S., & García, O. P. (2010). El cerebro y las drogas, sus mecanismos neurobiológicos. Salud mental, 33(5), pág. [451-456]. Recuperado de: https://www.medigraphic.com/cgi-bin/new/resumen.cgi?IDARTICULO=27169

Merriam Webster. (Dakota del Norte). Gratificación. En el diccionario Merriam-Webster.com. Recuperado de: https://www.merriam-webster.com/dictionary/gratification

Mischel, W. y Ebbesen, EB (1970). Atención en la demora de la gratificación. Revista de personalidad y psicología social, 16(2), 329–337. Recuperado de: https://psycnet.apa.org/record/1971-02138-001

Mischel W, Shoda Y, Rodríguez MI. (1989) Retraso de la gratificación en los niños. Ciencias. 244 (4907): 933-8. Recuperado de: https://www.science.org/doi/10.1126/science.2658056

Santos, M., Flecha, J. A., Lopez, E., & Dones, V. (2019). Millenials: las gratificaciones generadas por el uso de snapchat y su impacto en la interacción con contenidos de marca. Estudios Gerenciales, 35(152), 259-270. Recuperado de: http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0123-59232019000300259

Shoda, Y., Mischel, W. y Peake, PK (1990). Predicción de las competencias cognitivas y de autorregulación de los adolescentes a partir del retraso preescolar de la gratificación: identificación de las condiciones de diagnóstico. Psicología del desarrollo, 26 (6), 978. Recuperado de: https://psycnet.apa.org/doiLanding?doi=10.1037%2F0012-1649.26.6.978

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