Un canto sanador

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El contacto con la naturaleza ha sido utilizado durante décadas por algunos profesionales para estimular el bienestar, donde el avistamiento de aves ha estado relacionado de manera directa con la estimulación de emociones positivas a través de los sentidos: la visión y la escucha. Ratificando que la naturaleza puede ser más terapéutica que otras.

Científicos de la Universidad de Carolina del Norte, en Estados Unidos, publicaron recientemente un estudio sobre las implicaciones positivas del avistamiento de aves en la salud mental. Los investigadores reunieron a 112 estudiantes en una serie de actividades al aire libre, cuyo propósito era tener contacto con la naturaleza.

Para este reciente estudio,  los participantes fueron divididos en tres grupos: 62 personas harían avistamiento de aves, 77 realizarán caminatas por la naturaleza y 81 servirán como grupo de control. Los dos primeros grupos realizaron actividades cinco veces por semana por 30 minutos alrededor del campus de la universidad de Carolina del Norte. Durante estos días, se les hicieron preguntas sobre el entorno que los rodeaba y su estado mental, desprendiendo tendencias discernibles: los alumnos que veían pájaros tenían más probabilidades de manifestar un aumento de  bienestar y reducción del estrés psicológico.

Andrea Mechelli, psicóloga del King’s College de Londres, y autora de esta investigación, no pensó que iba a poder demostrar el efecto tan fuerte de la naturaleza en la salud mental de las personas (Biofilia), y el porqué las personas que viven en las ciudades son más propensas a padecer enfermedades mentales, sobre todo la psicosis. En el estudio realizado por Mechelli junto a otros colegas en el año 2015, donde la aplicación para smartphones Urban Mind, incluyó a 1292 participantes, principalmente de Reino Unido y Europa, algunos de ellos revelando un diagnóstico de  salud mental como la depresión. Tres veces al día, la aplicación hacía sonar sus teléfonos con la pregunta ¿ves u oyes pájaros? ¿te sientes feliz o deprimido?

En agosto del año pasado, se publicó el estudio en el que luego de realizar un análisis estadístico Michelli reveló, una mejora perceptible del bienestar cuando había pájaros, eliminando otros factores como árboles o cursos del agua. El beneficio para la salud mental era cierto tanto para personas que revelaron diagnósticos de depresión  como aquellas que no tenían ninguna condición de salud mental diagnosticada.

Ahora bien, dos estudios publicados en Scientific Reports, sostienen que ver u oír pájaros podría ser bueno  para nuestro bienestar mental, demostrando conscientemente que más contacto e interacción con la naturaleza está asociado a mejor bienestar corporal y cerebral. Al parecer, las aves son fuente específica de beneficios curativos, en especial el canto de los pájaros nos vinculan con la naturaleza aun en entornos no asociados a ella. Investigaciones recientes sugieren que escuchar grabaciones del canto de aves en auriculares puede aliviar las emociones negativas y ayuda en tratamientos de enfermedades mentales superando los fármacos convencionales.

Los científicos tienen dos principales teorías sobre el por qué la naturaleza es un calmante para las mentes sobrecargadas:

  1. Como el homo sapiens evolucionó en la naturaleza, los entornos urbanos crean un estrés constante, podemos recuperarnos en entornos naturales ya que hemos evolucionado y la naturaleza es donde nos gusta estar y es donde estamos destinados a estar.
  2. Teoría de la restauración de la atención: sostiene que la tensión constante de la vida diaria requiere de una intensa concentración, la naturaleza permite desconectar la atención y dedicarla a la meditación.

Una hipótesis sobre los efectos saludables de la naturaleza, es la segunda teoría  (restauración de atención) ya que disminuye la fatiga mental, mejora la concentración, alejándonos de ambientes urbanos estresantes. Al igual que el canto de los pájaros, el tiempo que se pasa  en espacios verdes al aire libre tiene efectos positivos reduciendo la presión arterial y los niveles de cortisol, afectando positivamente el cerebro y la reducción del estrés. Disminuyendo la denominada rumiación autoinformada, problema para engancharse a los pensamientos relacionados con el riesgo de depresión y otras enfermedades mentales.

En el último tiempo, a partir de la cuarentena por covid-19, la observación de aves se sumó como un estimulante para ver en está actividad un bienestar para su salud. Y al retomar a la normalidad las consultas psiquiátricas y psicológicas por trastornos de ansiedad, enfermedades cognitivas, Alzheimer y demencia aumentaron, encontrando que tanto el universo de las aves como la naturaleza tiene ventajas en el bienestar físico y mental.

En Japón, por ejemplo, se nombraron unos 50 bosques como centros de terapia forestal, tras comprobar que las caminatas bajan la presión arterial, fortalecen el sistema inmune, disminuyen las hormonas  relacionadas con el estrés, la depresión y los infartos; y en Canadá se autorizó que los doctores prescriben tiempo con la naturaleza y en Estados Unidos y el Reino Unido aplicaron pilotos similares.

En el caso de avistamiento de aves, esta práctica contribuye a mejorar la concentración, mantener la memoria activa, estimular los sentidos como por ejemplo: colores, perfumes, sonidos, sumado a todo lo que nos regala la naturaleza.

Por otro lado, un grupo de académicos del Reino Unido comprobó que la naturaleza y en especial las aves, no solo hacen una ciudad más atractiva , sino que mejora la salud de sus habitantes. En Europa la ansiedad y depresión se han convertido en un problema creciente, sumando un estimado de 187 millones de euros al año, sin contar las pérdidas económicas por la ausencia laboral por estas dos enfermedades. Atribuyen este problema al estilo urbano y cada vez más sedentario de la población.

Un estudio publicado por primera vez en 1984, descubrió que pacientes hospitalizados que tenían una habitación con vista a la naturaleza tomaban menos analgesicos, informaban menos depresión, ansiedad y estrés.

En conclusión, el canto de las aves calma nuestras mentes del mundo estresante que nos rodea, fomenta una mayor actividad física y el beneficio para la salud física y emocional. Un regalo de la naturaleza, sin ningún costo económico ni efectos secundarios, solo la invitación a disfrutar y cuidar nuestra fauna y flora.

REFERENCIAS

Canal26.com. (2023, diciembre 3). Disminuir el deterioro cognitivo y enfrentar la depresión: cómo mirar aves beneficia la salud física y mental. Canal26.com.  https://www.canal26.com/planeta/disminuir-el-deterioro-cognitivo-y-enfrentar-la-depresion-como-mirar-aves-beneficia-la-salud-fisica-y-mental–358373

Condo, M. F. (2023, agosto 14). Por qué los pájaros y sus cantos son buenos para nuestra salud mental. Gamma Knife; Gamma Knife Ecuador Center. https://gammaknife.com.ec/pajaros-salud-mental/

Espectador, E. (2024, mayo 20). El avistamiento de aves tiene impactos positivos en nuestra salud mental. El Espectador. https://www.elespectador.com/salud/el-avistamiento-de-aves-tiene-impactos-positivos-en-nuestra-salud-mental/

Estar cerca de pájaros nos hace mucho bien al cerebro. (2022, noviembre 21). National Geographic. https://www.nationalgeographic.es/medio-ambiente/2022/11/estar-cerca-de-pajaros-nos-hace-mucho-bien-al-cerebro

Ver aves alrededor de tu casa es bueno para tu salud mental. (s/f). Ladera Sur. Recuperado el 25 de mayo de 2024, de https://laderasur.com/articulo/ver-aves-alrededor-de-tu-casa-es-bueno-para-tu-salud-mental/

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