Proyección: ¿Qué rasgos o atributos que percibes en los demás están en ti?

Por: Neighbors’ Consejo|

“No vemos a los demás como son, sino como somos nosotros.”

Immanuel Kant

Tal como sucede cuando el ser humano padece una afección orgánica y el cuerpo se defiende de esta a través del sistema inmune, el sistema psíquico de un individuo utiliza los mecanismos de defensa para hacerle frente a las situaciones que la mente percibe como amenazantes o que le causan gran malestar.

Los mecanismos de defensa son herramientas psicológicas cuya función es regular la carga de energía psíquica que produce en el ser humano alguna tensión, con la finalidad de proteger y conservar el equilibrio mental y así, evitar toda clase de perturbaciones mentales provocadas por el aumento de excitación emocional. (Vels, 1990)

El Psicoanalista Sigmund Freud, en 1894, fue quien introdujo el término mecanismo de defensa a los procesos mentales estudiados en aquella época, en su obra “El Yo y el Ello” establece la función defensiva como la fuerza contra el empuje de la pulsión por descargarse. Posteriormente, conceptualizó el sistema de defensa como una función del yo para protegerse de las demandas instintivas. Anna Freud (hija de Sigmund Freud), en su libro “El Yo y los mecanismos de defensa” (1963), sugiere que los mecanismos de defensa protegen al Yo “rechazando” sentimientos de ansiedad y culpa. (Citados en Cramer, 2013)

Cabe aclarar, que estos mecanismos son dinámicos y están sujetos al proceso de desarrollo mental del niño. De acuerdo con lo planteado por Perry, J., el sistema de defensas funciona y se organiza de acuerdo al nivel psíquico alcanzado por la persona y, que está influenciado por las características del entorno ambiental y la crianza. (1991 Citado en Persano, 2018)

Los Freud en sus obras, identificaron y describieron múltiples mecanismos de defensas tales como Sigmund por ejemplo habló de: el humor, la distorsión, la represión, el desplazamiento, la supresión, la fantasía (el fantasear). Anna por su parte, encontró: el rechazo, la regresión, el aislamiento, la proyección, la racionalización, la introyección, la compensación, la supercompensación, la identificación, la sublimación, la fijación, la conversión somática, etc. Este artículo hará referencia y profundiza en el mecanismo denominado Proyección.

Sigmund Freud concibe a la estructura psíquica en instancias que llama: el ello, el yo y el superyó. Explica que dentro de la mente y alrededor de estas estructuras ocurren transposiciones y dinamismos con las imágenes mentales, así como represiones y cierres ante las situaciones traumáticas. La proyección según Freud, es el mecanismo de defensa que permite exteriorizar un contenido reprimido del inconsciente y dar expresión o fijar en una imagen, inicialmente se refirió a este como un tipo de transferencia psíquica que se produce como consecuencia de algún tipo de trastorno emocional o afectivo. (Freud, 1920 y ss, Citado en Aladro, 2014)

Augusto Vels (1990) por su parte, establece que es el mecanismo mediante el cual «escupimos» sobre el mundo o sobre los demás aquellas emociones, vivencias o rasgos de carácter que deseamos desalojar de nosotros mismos por inaceptables. En pocas palabras es una herramienta para trasladar y proyectar contenido propio del inconsciente (represiones) en representaciones a personas o cosas. La Proyección es un mecanismo superior y complejo que evitar percibir sentimientos desagradables como la vergüenza o la culpa, utilizada especialmente por niños grandes y pre adolescentes, su funcionamiento implica tres pasos (Cramer, 2013):

  • Diferenciar entre lo interno y lo externo.
  • Comparar el pensamiento o sentimiento con estándares internos.
  • Atribuir pensamientos o sentimientos considerados inaceptables a una fuente externa.

Dicho esto, es importante reconocer el valor que tienen las relaciones intrapersonales e interpersonales, así como la forma en que se percibe al otro y así mismo en el curso de este mecanismo. De acuerdo con el portal Psicoemocionat los seres humanos podemos proyectar diferentes aspectos de nosotros mismos como:

  1. Emociones no resueltas, por ejemplo, en una separación el esposo dice: “¡Qué su esposa ha quedado muy desconsolada!”, pero esto solo es una proyección de él mismo, la esposa está muy tranquila pues la relación era muy conflictiva.
  2. Necesidades no satisfechas: Se puede ver en la elección de parejas mayores, es muy probable que se proyecte la necesidad de protección y cuidado por el abandono del progenitor durante la infancia.
  3. Rasgos de nuestra personalidad que rechazamos: Se da en relaciones conflictivas de pareja donde se proyecta en el otro lo propio, por ejemplo, la inestabilidad emocional.

Cabe aclarar, que el ser humano puede proyectar en los demás las características, rasgos de personalidad y hasta conductas que no le gustan o no le son fáciles de aceptar, que son denominadas proyecciones negativas, y que son rechazadas en la propia persona, pero también en los demás cuando se pueden observar e identificar, además, se puede proyectar de forma positiva cuando distingue características o virtudes que le agradan de los demás y admira o que carece. (Centro de Psicología en Madrid [CEPSIM, s. f.]) La proyección positiva es el típico caso del enamoramiento, situación donde se identifica en la pareja atributos positivos que encantan.

Por ejemplo, un vendedor que suele engañar a sus clientes frente a la calidad de un producto, será un comprador desconfiado, pues proyecta su malicia en la del otro vendedor, también la proyección del deseo de serle infiel a la pareja, atribuyendo al otro una infidelidad. De tal manera que se esté transformando una represión que produce una angustia desconocida a un sentimiento con una fuente objetiva. Otro ejemplo, en el caso de proyección positiva, podría ser cuando el padre se identifica con el hijo que entrena todos los días para ser futbolista, dada la frustración que tiene de no poder serlo.

En efecto, Carl Jung, (2009) citado por Eva Aladro (2014a) establece que la proyección puede percibirse de forma bastante significativa, por lo que describe dos tipos de proyecciones que son: de baja energía y de alta energía, puesto que en el proceso de transferencia este mecanismo puede perder energía psíquica, o ganarla. Si la pierde y apenas alcanza una copia mediocre de su origen, se considera de baja energía. Pero, si por el contrario en el proceso recupera fuerza y se identifica plenamente con su fuente de origen, será una forma de alta energía. En otras palabras, la respuesta se puede establecer a través de la energía psíquica como respuesta emocional, a mayor identificación mayor será la respuesta afectiva como el odio muy fuerte de algún comportamiento en una persona podría referirse a la represión exagerada de un deseo interno.

Con esta conducta defensiva el ser humano pretende conservar el equilibrio psíquico, que le afecta su vida diaria, especialmente en sus relaciones sociales. Pero, que funciona solo de forma temporal, pues, la inestabilidad emocional volverá a ser protagonista porque el individuo no ha superado sus frustraciones o represiones de forma adecuada, puede que se sienta aliviado, al observar rasgos negativos en los demás, percibe que ellos también padecen la misma angustia, que son inestables. Lo que de acuerdo a Galor & Hentschel (2013), le pone al individuo en una esfera positiva sobre sí mismos, se auto perciben como superiores, ya que no poseen rasgos desagradables. Pero, realmente esto no le dejará afrontar sus temores y mantendrá culpando, señalando y condenando a los demás.

De tal manera que, si sus relaciones sociales suelen ser conflictivas y estar en constantes choques, será mejor que observe y reflexione, si eso que no le gusta en los demás es quizá porque es una característica o rasgo propio. Así, entonces será necesario visitar un profesional que ayude a identificar los elementos internos que puedan estar generando el malestar emocional, reconocerlos y aceptarlos de tal manera que logre afrontar la situación de forma eficiente.

Por último, la defensa es una función principal de la psique, que en general busca la protección emocional del individuo. La proyección, es como poner en el otro lo que realmente somos nosotros mismos, aunque parece beneficiosa no siempre suele serlo, al trasladar nuestros sentimientos, necesidades, deseos, etc., realmente se está prolongando un sufrimiento interno que afecta casi todas las esferas de la vida. Entonces una mejor opción es reconocer lo que nos está afectando y hacerle frente a la situación.

Referencias:

Aladro, E. (2014). Sobre el concepto de proyección en el mundo comunicativo. Historia y Comunicación Social18, 317-329. Recuperado de: https://www.proquest.com/openview/f59c3ae3339be71c5662f431e91a44a0/1.pdf?pq-origsite=gscholar&cbl=85374

Cramer, P. (2013). Estudios empíricos sobre mecanismos de defensa. Subjetividad y procesos cognitivos17(1), 97-117. Recuperado de: http://www.scielo.org.ar/pdf/spc/v17n1/v17n1a04.pdf

Vels, A. (1990). Los mecanismos de defensa bajo el punto de vista psicoanalítico. Agrupación de Grafoanalistas Consultivos de España6, 1-11. Recuperado de: http://www.grafoanalisis.com/Mecanismos_de_defensa_Vels.pdf

Galor, S., & Hentschel, U. (2013). El uso de los mecanismos de defensa como herramientas de afrontamientopor veteranos israelíes deprimidos y con TEPT. Subjetividad y procesos cognitivos, 17(1), 159-174.

Georgieva, Mariela. (s. f.). Los mecanismos de defensa de la proyección.  Centro de Psicología en Madrid, CEPSIM. Recuperado de: https://www.psicologiamadrid.es/mecanismos-de-defensa-proyeccion/

Porte, J. M., & Souffir, V. (2001). La proyección. Abreletras-Psicodiagnóstico. Recuperado de: http://sedici.unlp.edu.ar/handle/10915/51333

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