El humor: Un mecanismo psíquico para afrontar de manera eficaz la adversidad y las situaciones negativas de la vida
Por: Neighbors’ Consejo|
Siempre que hablamos de salud mental y psicoterapia, lo relacionamos con procesos negativos de enfermedad o trastornos psicológicos, esto se debe a los prejuicios que se han creado sobre el término y que han desarrollado por siglos un estigma social. Afortunadamente, durante las últimas décadas esta concepción ha cambiado, a partir de los años noventa en Estados Unidos, el psicólogo Martin Seligman, dio origen a un nuevo enfoque de esta ciencia denominado Psicología Positiva, la cual busca desde la autonomía y el fortalecimiento de las capacidades, virtudes y fortalezas de la persona asegurar su bienestar y mejorar su calidad de vida, dentro de esta rama ha tomado gran importancia el humor, cuya manifestación física es la risa.
¿Qué es el humor? En términos generales el humor es una capacidad humana única y transcultural, que le permite al individuo percibir, comunicar y reaccionar. En este sentido, Martin Seligman (2002 citado en Barragán & Morales, 2014), plantea que desde la perspectiva del estado de ánimo el humor es “un sentimiento de bienestar, pero también una fortaleza personal”. Es la capacidad para experimentar y/o estimular la reacción específica conocida como la risa y, que permite lograr un estado anímico positivo. (Seligman citado en Toledo y García, 2010)
Por otra parte, Losada y Lacasta (2019) retomando lo dicho por Martin Seligman, plantean que el humor es un rasgo de la personalidad, de carácter multidimensional que implica elementos como el contexto social, el componente perceptual cognitivo, la respuesta emocional y la expresión vocal y conductual (risa). Es decir, que se puede relacionar con el bienestar y goce físico, emocional, psicológico y social.
Lo que en palabras de Jaime Sanz (2002), es algo que fluye del interior y se expresa de manera corporal, emocional y espiritual. Este autor sostiene que es la “capacidad natural de la especie humana que hace que la vida no sólo sea soportable, sino además rica, placentera y deseable”.
Ya lo había mencionado Sigmund Freud en su obra “El Humor” (1927 citado por Clavijo, 2021), donde establece que éste hace parte del aparato de defensa del individuo y cuyo objetivo es evitar el sufrimiento, afrontar la represión social, cultural o individual que genera displacer o neurosis. En pocas palabras, funciona como la manera a través de la cual el ser humano hace frente a la realidad amenazante, es decir que funciona como una forma de adaptarse al entorno.
“El humor es la manifestación más elevada de los mecanismos de adaptación del individuo”. Sigmund Freud
Lo dicho hasta aquí, supone que el humor es una herramienta útil para el ser humano, toda vez actúa como regulador durante la alteración de los estados de ánimo de una persona, ayuda a mitigar las experiencias desagradables, etc. Tal como lo plantean Losada & Lacasta (2019a), citando a Freud “el humor y su signo de manifestación que es la risa, son una forma de liberación o alivio”.
Ahora bien, existen varias concepciones que a lo largo de la historia ha representado el término humor, Martin Seligman (2003 citado en Losada & Lacasta, 2019b) propone las siguientes categorías para comprender mejor sus dimensiones:
- Una habilidad cognitiva: Actúa como un estímulo mental que fomenta la capacidad de crear, entender, reproducir y recordar chistes.
- Una respuesta estética: La repuesta a lo que se percibe como gracioso.
- Un patrón habitual de conducta: Tendencias a reír y reírse de los chistes de los otros; a contar chistes y divertir a otros, puede aceptarse como actividad laboral de humorista o cómico.
- Una emoción relacionada a un rasgo temperamental: Donde el buen humor se relaciona con la alegría, la sensación de bienestar, mientras que el mal humor, con el disgusto, el fastidio, el aburrimiento.
- Una actitud: El humor sano puede estar vinculado con actitudes positivas hacia el humor y las personas graciosas, con una buena actitud hacia la vida y carismática hacia los demás, mientras que los estilos dañinos de humor se relacionan con actitudes discriminatorias y humilladoras.
- Una visión del mundo: Como una mirada reflexiva, esperanzadora y optimista de la vida y que se relaciona con una actitud positiva y activa.
- Una estrategia de afrontamiento: Se considera al humor como un recurso psíquico para mantener una buena disposición ante la adversidad y situaciones amenazantes.
Particularmente, este último punto ha tomado gran relevancia puesto que como estrategia de afrontamiento el humor ha evidenciado múltiples beneficios para la salud física y psicológica del ser humano y, que se puede evidenciar en varias investigaciones. Por ejemplo, el estudio “Mayores fortalezas de carácter y recuperación de la enfermedad” de Peterson, Park y Seligman (2006), donde se revela que las personas que se habían recuperado de una enfermedad física grave a comparación de aquellos que nunca la habían experimentado, potenciaron de manera sobresaliente varias fortalezas de carácter como: la apreciación de la belleza, la valentía, la curiosidad, la justicia, el perdón, la gratitud, el humor, la amabilidad, etc.,
Otro estudio “el humor como fortaleza de carácter entre las personas mayores” de Ruch, Proyer y Weber (2009), evidenció que el humor juega un papel fundamental en diferentes aspectos de la vida de las personas mayores. En general, porque contribuye al bienestar en la edad avanzada, ya que se correlacionó positivamente con la satisfacción con la vida, así como con una vida placentera y comprometida.
Otros efectos y beneficios, presentados por el Instituto Salamanca son, por ejemplo:
- Refuerza los sentimientos.
- Hace experimentar mayor optimismo.
- Provee decisión y resistencia a obstáculos y problemas.
- Impulsa la iniciativa, creatividad y mejora el aprendizaje.
- Fortalece la autoestima.
- Fomenta la comprensión, comunicación y tolerancia.
- Fortalece las relaciones interpersonales.
- Contribuye a fortalecer la voluntad y la constancia.
- Reduce la tensión, la ansiedad y el estrés.
- Provoca el desarrollo de emociones sociales positivas como la satisfacción, la alegría y el amor.
- Presenta perspectivas frente a imprevistos, enfermedades y extiende la visión de vida.
En definitiva, el humor puede ser un estado, una habilidad, una expresión, una forma de comunicación, etc., que provoca la risa y con ella optimismo. Con respecto a la risa Berger (1999 citado en Fernández, 2012), plantea que esta es una expresión emocional que surge como respuesta física, química y neuronal, al percibir algo como gracioso y puede ser una corta sonrisa o una gran carcajada. La risa es una manifestación de alegría o satisfacción, en forma de emoción placentera. (Sanz, 2002) Lo cierto es, que actualmente existe una comprensión clara de ambos recursos humor y risa como desencadenantes de equilibrio y bienestar.
De acuerdo con el Dr. Lee Berk, profesor de la Universidad de Loma Linda, en California y especialista en la salud, risa y buen humor, “la risa parece causar todos los efectos recíprocos u opuestos del estrés”, explica que esta respuesta bloquea la liberación de hormonas como el cortisol o la hormona del estrés, así como también produce neurotramisores como la dopamina que provoca beneficios calmantes y ansiolíticos que ayudan al individuo a sentirse bien. (Citado por Heid, 2014).
También, Julio Candelaria y Dahomey Barrios (2008) mencionan que reír a carcajadas produce una especie de éxtasis que aporta energía y vitalidad, así como el aumento de la actividad cerebral y orgánica del individuo. Además, tiene el beneficio de optimizar y elevar la actividad del sistema inmunológico, según el Dr. Lee Berk, se ha relacionado con niveles más bajos de inflamación y un mejor flujo sanguíneo. (Citado por Heid, 2014a).
Como se puede evidenciar, son múltiples los efectos que la risa produce al organismo, acá se presentan divididos en tres grupos (Candelaria et al., 2008):
Físicos:
- Ejercicio: Se pone en marcha cerca de 400 músculos, incluidos los del rostro, tórax, abdomen y estómago, tal como si fuera una sesión de gimnasia y por lo que puede ser un aliado a la hora de adelgazar.
- Masaje: Se produce el estiramiento de la columna vertebral y cervical, ayudando a liberar tensiones. Además, se estimula el bazo y se eliminan las toxinas. Se origina un masaje interno con el movimiento del diafragma que facilita los procesos digestivos, lo que provoca la quema de grasa abdominal. Evita el estreñimiento y mejora la eliminación de la bilis.
- Limpieza: Selimpian y lubrican los ojos con lágrimas, se despeja la nariz y el oído. Además, se elimina colesterol al limpiar las paredes arteriales.
- Oxigenación: Ingresa mayor cantidad de oxígeno del que se respira normalmente.
- Analgésico: Se segregan endorfinas en el cerebro que contiene poderes analgésicos, por lo que se reduce el dolor; libera dopamina que mejora los estados anímicos y serotonina que tiene efectos calmantes.
- Rejuvenecedor: Reír estira y estimula los músculos de la cara. Tiene un efecto tonificante y antiarrugas por lo que retrasa el envejecimiento cutáneo.
- Sistema circulatorio: Incrementar la velocidad de la sangre y también aumenta ligeramente la tensión arterial y la frecuencia cardiaca
- Previene el infarto: Fortalece los pulmones y al corazón.
- Sueño: Genera una sana fatiga que elimina el insomnio y ayuda a reducir el ronquido.
- Calorías: Se produce pérdida de calorías.
Psicológicos
- Elimina el estrés: Por la producción de hormonas como las endorfinas y la adrenalina, que elevan el tono vital. Contrarresta las migrañas, las enfermedades cutáneas, la hipertensión arterial, la depresión, los problemas del corazón, cáncer, úlceras, alopecia, reumatismos, anorexia, bulimia y diarreas.
- Alivia la depresión: Ayuda a ser más receptivo y a ver el lado positivo de las cosas.
- Mecanismo de defensa: Para aliviar una realidad que se percibe como dolorosa o negativa.
- Exteriorización: Las personas exteriorizan emociones y sentimientos. Actúa como una energía liberadora.
- Mejora la autoestima.
Sociales
- Carácter contagioso.
- Facilita afrontar situaciones socialmente incómodas.
- Poder comunicativo del humor.
- La mejor forma de romper el hielo.
- Mejora las relaciones interpersonales.
Así entonces, se puede establecer que el humor y la risa favorecen los procesos educativos, laborales, sociales y comunitarios. Por ejemplo, reír antes de una prueba de aprendizaje, permite reducir la ansiedad y la tensión, mientras que facilita el aprendizaje a través de la creatividad y la evocación de los conocimientos previos. Además, como favorece la interacción social, produce una comunicación asertiva y trabajo en equipo más productivo.
En la revisión documental “Riéndose aprende la gente. Humor, salud y enseñanza aprendizaje”, realizada por Anna Fernández (2012a), se pudo evidenciar que el humor y la risa a nivel educativo, influyen en temas como la inclusión y la participación, provocan sentimientos de amistad y compañerismo. En general, divertirse mientras se aprende hace que el proceso sea más agradable creando mayor interés, estimula la atención y la disposición; la comunicación entre pares y docentes mejora, se hace eficiente, constituyéndose en una “píldora motivadora”, según palabras de Mónica Guitart, citada por este autor. En pocas palabras, estos recursos generan sensaciones y emociones placenteras, que facilitan los procesos de aprendizaje e interacción social, donde se potencializan elementos como la creación, la flexibilidad, la confianza, la atención, la memoria, etc., todos estos tan importantes en el contexto educativo.
Por otra parte, la aplicación de la risa y el humor en el campo de salud ha tenido gran aceptación en la comunidad científica, especialmente al establecerse al humor como estrategia de afrontamiento en la búsqueda de bienestar de personas con problemas de salud física. En la investigación “El humor como estrategia de afrontamiento en dolor crónico” de Espinar et al. (2016), si bien no se encontró asociación entre el humor y la percepción de dolor, si se lograron identificar otras relaciones entre bienestar y el humor como estrategia de afrontamiento, se evidencio que tomarse con humor la situación específica del padecimiento de dolor, desarrolla en el paciente una mayor satisfacción con la vida y la producción de afectos positivos ya que los resultados muestran que la presencia de emociones negativas incrementan la intensidad de dolor, mientras que las emociones positivas parecen disminuirlo.
De alguna manera lo anterior es indicativo de que el humor y la risa son muy útiles a la hora de percibir y afrontar situaciones adversas y limitantes para el ser humano, los sentimientos de frustración pueden verse favorecidos con los cambios positivos a nivel emocional toda vez que le permiten adaptarse, interpretar de manera positiva la situación y tomar mejores decisiones. En pocas palabras el humor le permite al paciente aceptar su condición y ser más tolerante con ella, no desde el ánimo de someterse si no al contrario buscar ser resiliente del proceso.
Como conclusión, incluir estos recursos en la actividad terapéutica ha demostrado que favorece la recuperación de los pacientes, pues usar el humor y la risa sirve para reducir el impacto negativo de situaciones amenazantes, ya que al propiciar estados emocionales positivos la atención en lo negativo disminuye y permite dar una perspectiva diferente a la dificultad. En el ámbito clínico, el interés por los beneficios ya mencionados ha llevado a desarrollar terapias complementarias, como por ejemplo la Risoterapia, esta técnica consiste en la “utilización de ejercicios, actividades y dinámicas a través de las cuales una persona o un grupo de personas es conducido a un sentimiento de desinhibición que le haga llegar al binomio risa ensayada – risa espontánea”. Es decir, que se busca que el individuo proyecte la risa desde el interior. (CuídatePlus, 2016).
Referencias:
Barragán, A., Morales, I. (2014). Psicología de las Emociones Positivas: Generalidades Y Beneficios. Enseñanza e Investigación en Psicología, vol. 19, núm. 1., pp. 103-118. Recuperado de: https://www.redalyc.org/pdf/292/29232614006.pdf
Candelaria, J. & Barrios, D. (2008). Efectos de la risa sobre variables fisiológicas. Universidad Médica Pinareña, 4(1). Recuperado de: https://www.redalyc.org/pdf/6382/638267076006.pdf
Clavijo, G. (2021). El humor, una mirada desde el psicoanálisis. Recuperado de: https://www.colibri.udelar.edu.uy/jspui/bitstream/20.500.12008/30230/1/tfg_graciela_clavijo.pdf
CuídatePlus. (Noviembre 10, 2016). ¿Qué es la risoterapia? Recuperado de: https://cuidateplus.marca.com/belleza-y-piel/diccionario/risoterapia.html
Espinar, S., Ramírez, C., Correa, M., Ruíz, G., Serrano, E., López, A., & Esteve, R. (2016). El humor como estrategia de afrontamiento en dolor crónico. Revista de psicología de la salud, 4(1), 93-129. Recuperado de: https://revistas.innovacionumh.es/index.php/psicologiasalud/article/view/703
Fernández, Anna. M. (2012). ‘Riéndose aprende la gente’: Humor, salud y enseñanza aprendizaje. Revista iberoamericana de educación superior, 3(8), 51-70. Recuperado de: https://www.scielo.org.mx/scielo.php?pid=S2007-28722012000300003&script=sci_arttext
Heid, Markham (noviembre 19, 2014). Usted preguntó: ¿Tiene la risa beneficios reales para la salud? Recuperado de: https://time.com/3592134/laughing-health-benefits/
Instituto Salamanca. (s. f.). Psicología del Humor para establecer el bienestar psicológico. Recuperado de: https://institutosalamanca.com/blog/psicologia-del-humor-para-establecer-el-bienestar-psicologico/
Losada, A. & Lacasta, M. (2019) Sentido del Humor y sus Beneficios en Salud. Calidad de Vida y Salud, vol. 12 (1). pp. 2-22. Recuperado de: https://www.aacademica.org/analia.veronica.losada/44
Peterson, C., Park, N. y Seligman, eurodiputados (2006). Mayores fortalezas de carácter y recuperación de la enfermedad. La Revista de Psicología Positiva, 1(1), 17–26. Recuperado de: https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/17439760500372739
Ruch, W., Proyer, RT y Weber, M. (2009). El humor como fortaleza de carácter entre las personas mayores. Zeitschrift Für Gerontologie Und Geriatrie, 43(1), 13–18. Recuperado de: https://link.springer.com/article/10.1007/s00391-009-0090-0#citeas
Sanz Ortiz, J. (2002). El humor como valor terapéutico. Medicina Clínica, 119(19), 734–737. Recuperado de: https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0025775302735604 Toledo, M y García. (2010) El humor desde la Psicología Positiva. International Journal of Developmental and Educational Psychology INFAD Revista de Psicología, Nº1, 2010. ISSN: 0214-9877. pp:111-117. Recuperado de: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=6456208