El desempleo a los 50, afecta fuertemente la salud mental
Quedar desempleado a los 50 años representa para la persona una afectación no sólo económica, sino además para la salud mental y emocional. Pues, se ha podido detectar que este grupo poblacional tiende a experimentar un alto nivel de estrés por la búsqueda activa de empleo y la ausencia de respuesta frente a las solicitudes laborales, conocido como “el síndrome del teléfono apagado”
Bueno, es que la invisibilidad laboral puede generar también una pérdida de identidad a consecuencia de la falta de claridad en objetivos y propósitos para la vida, afectando con ello la autoestima y la autoconfianza del individuo y aún más cuando la espera se traduce en ansiedad e incertidumbre.
Por ello, los expertos recomiendan establecer rutinas diarias que ayuden a conservar la calma, así como potencializar las habilidades y competencias profesionales que le permitan mejorar el perfil, recuerde que la situación por difícil que parezca, necesita ser afrontada de una manera eficiente.
Hemos creado una sociedad ‘trabajo-céntrica’ en la que se produce una absoluta identificación entre el ser y el trabajar.