Distimia, un trastorno depresivo que puede pasar desapercibido
Por: Neighbors’ Consejo|
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) la depresión afecta aproximadamente a 322 millones de personas en el mundo [1]. Para el 2019, el Centro Nacional de Estadísticas de Salud, indicó que uno de cada cinco adultos estadounidenses mayores de 18 años (18,5 %), experimentó algún síntoma de depresión [2]. No obstante, la distimia, es el tipo de trastorno depresivo más difícil de diagnosticar, quizás por considerarse una afección leve.
La distimia, conocida también como trastorno depresivo persistente (PDD, por sus siglas en inglés), es una forma crónica de depresión leve, es decir, continua y duradera, es generalmente de inicio temprano (antes de los 21 años). Este trastorno según los datos de la OMS, afecta aproximadamente al 6 % de la población mundial, y con unas características específicas que le permiten encubrirse en algo relacionado a la personalidad, por ejemplo, ser negativo, pero que realmente causa malestar y deterioro en la funcionalidad del individuo. [3]
Su causa obedece a múltiples factores que pueden resultar genéticos, neuroquímicos, psicológicos o ambientales. Ahora, si bien la predisposición genética o biológica es un factor de riesgo para padecer este trastorno, sus posibilidades aumentan al vivir eventos traumáticos o estresantes como una pérdida por muerte o problemas económicos, entre otros, así como también tener rasgos de personalidad negativistas, dependiente o una baja autoestima, etc. [4]
Es importante señalar que de acuerdo con el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales en su 5a Edición (DSM-5) el trastorno depresivo persistente, se caracteriza porque la persona tiene un estado de ánimo deprimido durante la mayor parte del día y por un período no menores a dos años. Cabe aclarar que, cuando este trastorno aparece en niños o adolescentes su manifestación varía de un estado de ánimo depresivo a uno irritable o colérico. Igualmente, pueden presentarse algunos de los siguientes síntomas: Poco apetito o sobrealimentación; insomnio o hipersomnia; poca energía o fatiga; baja autoestima; falta de concentración o dificultad para tomar decisiones.
Así entonces, otros signos que se pueden dar en este trastorno son: la persona se ver triste, vacío, irritable, desesperanzado, desmotivado, cansado, apático, pesimista, incapaz, inseguro, aislamiento social, disminución de la productividad, entre otros, todas características que suelen interpretarse como rasgos de la personalidad, error que lleva a un diagnóstico y tratamiento tardío y que puede derivar en el desarrollo de una depresión mayor. Y, aunque la persona con distimia pueda parecer funcional y realizar actividades cotidianas, estas tareas le pueden causar un poco más de trabajo que a los demás. [5]
Cabe destacar que, este tipo de depresión tiene manejo psicoterapéutico y farmacológico, su diagnóstico y tratamiento debe ser determinado exclusivamente por el profesional de la salud mental, su evolución es favorable con un diagnóstico temprano que permita mejorar el cuadro clínico y la calidad de vida del paciente, puesto que la demora del dictamen puede influir en el desarrollo o deterioro de otras enfermedades.
De cualquier manera, usted puede ayudarse con el control de síntomas, siguiendo alguno de estos tips: duerma lo suficiente; aliméntese de forma saludable y nutritiva; realice actividad física; haga actividades que le hagan feliz; reconozca y acepte los síntomas y sus causas; establezca redes de apoyo social; evite el alcohol y las drogas ilícitas y siga adecuadamente el tratamiento.
Referencias:
Asociación Americana de Psiquiatría, Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5®), 5a Ed. Arlington, VA, Asociación Americana de Psiquiatría, 2014.
[1]https://iris.paho.org/bitstream/handle/10665.2/34006/PAHONMH17005-spa.pdf
[2]https://www.cdc.gov/nchs/products/databriefs/db379.htm#Summary
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