¿Dejas que tu ira te domine?

Por: Neighbors’ Consejo|

Todos los seres humanos en algún momento sentimos enojo, lo cual puede experimentarse como desagradable y generar un malestar significativo pero pasajero. Sin embargo, también podría incrementar hasta convertirse en una ira intensa. Sabe usted ¿Qué es la ira y cómo manejarla? 

La ira es una emoción considerada básica o primaria, por lo cual, resulta ser completamente natural y adaptativa. Esta emoción, prepara al organismo para responder a situaciones que son percibidas como una ofensa, agresión o frustrantes ante la consecución de una meta o la satisfacción de una necesidad. A partir de ello, el individuo puede reaccionar con indignación, rabia, resentimiento, irritabilidad y en casos más extremos con violencia u odio patológico,  para intentar buscar recuperar la dignidad y la propia protección. [1]

Como la mayoría de emociones, la ira nos ayuda a adaptarnos al entorno; sin embargo, es de las pocas emociones que nos mantiene en estado de activación por largo tiempo, lo que nos lleva a actuar de forma rápida, intensa y con gran determinación y así intentar restablecer las posibilidades de conseguir los objetivos deseados. [2]

Enojarse, puede darse en respuesta a múltiples situaciones, personas o recuerdos, significa para el organismo varios cambios psicológicos y biológicos, es que cuando nos enojamos el cuerpo aumente su presión arterial y su ritmo cardiaco. Además, se elevan algunos niveles hormonales que producen mayor energía, con el fin de obtener respuestas rápidas e intensas. Algunas personas son más irritables y malhumoradas que otros, en consecuencia a su baja tolerancia a la frustración, tienden a enfurecer fácilmente. [3]

Otras en cambio, al enojarse se aíslan, se amargan e incluso pueden enfermarse, pues, algunos tienden a contener la ira y en ese intento es probable que sufran dolores de cabeza, dificultades para dormir, presión alta, problemas digestivos y en casos extremos llegar a sufrir un infarto. Estas personas están más predispuestas a padecer de estrés. [4]

Es por eso que, la ira a pesar de ser una emoción como cualquier otra, llega a convertirse en un problema cuando no se controla de forma saludable, así entonces, es necesario entender que el enojo si debe exteriorizarse, pero, en formas más eficientes y constructivas, contrario a las respuestas agresivas y violentas que se tienden a dar frente a determinada situación.

Acá le dejamos algunos consejos que le ayudarán a manejar su ira [5],

  1. Prestar atención a qué desencadena la ira: Saber que le hace enojar le ayudará a anticipar y manejar su reacción.
  2. Cambiar de forma de pensar: Algunas personas enojadas tienden a ver las situaciones en términos de «siempre» o «nunca». Lo que puede hacer que sienta que no hay una solución y terminará aumentando la ira. Evitar pensar de forma tan rígida le ayudará a ver la realidad con mayor claridad.
  3. Encontrar algunas formas de relajarse: Relajar su cuerpo y su mente le ayudará a calmarse. Existen muchas técnicas de relajación, identifique la que le funcione y póngala en práctica cuando se tensione o cuando esté de mal genio.
  4. Tomar un momento para calmarse: Generalmente, la mejor manera de calmar su ira es alejarse de la situación que la está provocando. Si siente que está por explotar, deténgase unos minutos y aléjese para estar solo con usted mismo y trate de tranquilizarse, podrá regresar cuando lo logre. Pero, avise a su entorno sobre esta estrategia, así le ayudaran a tener ese espacio.
  5. Trabaje para resolver los problemas: Si la misma situación lo hace sentir ira una y otra vez, busque una solución.
  6. Aprenda a comunicarse: Intente escuchar a los demás sin precipitarse a sacar conclusiones a priori. No responda lo primero que le venga a la cabeza, para luego no lamentarse, mejor, tómese un momento para pensar en lo que va a responder y la forma en que lo va a hacer.

Otras formas que nos ayudan a controlar la ira incluyen: El perdón y el sentido del humor, pues, resulta más saludable y una mejor alternativa para disipar la tensión, no guardar rencor y mantener un buen sentido del humor. Pero recuerde, si esta emoción le está generando gran malestar y problemas en sus relaciones sociales, busque ayuda de un profesional, Neighbors’ Consejo le da la mano, estamos en Washington, DC.

En conclusión, es importante reconocer que sentir ira es algo normal y humano. Sin embargo, permitir que la ira nos domine puede tener consecuencias negativas tanto para nosotros mismos como para nuestras relaciones. Por lo tanto, es necesario aprender a manejar adecuadamente esta emoción, lo que implica identificar y comprender que está causando nuestra ira, así como practicar algunas estrategias saludables que nos ayuden a externalizar y canalizar de manera más eficiente y constructiva. Así, evitaremos que esta emoción se convierta en un problema que nos controle y, en cambio, logremos disfrutar de una vida más armoniosa que promueva el bienestar mental.

Referencias:

[1]https://www.mentesabiertaspsicologia.com/tratamiento/otros-problemas/control-de-impulsos/manejo-de-la-ira-y-la-agresividad

[2]https://www.centroevel.com/blog/29-psicologia-de-la-salud/117-la-emocion-de-ira-definicion-y-funcion

[3]https://www.apa.org/topics/anger/enojo

[4]https://www.saludsiemprevc.org/herramientas-para-el-bienestar/manejando-la-ira-y-el-enojo

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