La importancia de mantener un entrono saludable en el trabajo

Por: Neighbors’ Consejo|

Para poder hablar sobre un entorno saludable en el trabajo primero es importante comprender ¿Qué es la (salud mental o física) en el trabajo? De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT) aquello “complementa las medidas de seguridad y de salud en el trabajo como parte de los esfuerzos combinados de los empleadores, trabajadores y las autoridades nacionales para la mejora en la misma y el bienestar de las mujeres y hombres de cada empresa” [1].

Por lo general, tanto grandes como pequeñas empresas deben tener en cuenta cómo es el manejo de dicho entorno entre sus colaboradores, dado que pueden existir diferentes puntos de vista que forman climas laborales poco agradables. Para poder tener una mejora en el ambiente laboral, debe tomarse en consideración trabajar cada día por la calidad en las relaciones interpersonales, estilos de liderazgos y los diferentes modos de trabajo [2].

Esto se puede lograr con una mejor comunicación, la cual se debe caracterizar con tres rasgos específicos que cada trabajador puede tener, dado que de esto dependerá la mejora [3]:

  • Pasiva: Se identifica a la persona por medio de la poca expresión de sentimientos o necesidades que pueda tener. Por lo general son seres conformistas que evitan la confrontación, no tienen una fluidez al hablar, tratan de generar la menor cantidad de preguntas o algunas veces tienen poca disposición a preguntar si se encuentran en una situación de duda y, esto genera que no demuestre una opinión sobre un tema. A partir de esto, hace que no se presente un contacto visual directo ya sea por temor o vergüenza, cuando toma la palabra suele tener una tonalidad baja, demuestra nerviosismo por sus movimientos corporales tanto en manos como en las piernas.
  • Agresiva: Este tipo de comunicación se da con personas que se caracterizan por tener una personalidad de expresión fuerte, dado que buscan siempre interrumpir y expresar su opinión por encima de los demás. Estos se pueden identificar por ser manipuladores que buscan inducir a la culpa a sus compañeros, su actitud es hostil dado que quieren lograr imponer su forma de pensar, ignorando los sentimientos de los demás.
  • Asertiva: Es considerada como la mejor manera para tener una comunicación amigable. Esto hace que se logren los objetivos en una empresa, ya que expresa sus necesidades, deseos e ideas sin ser dominante o tímido. Para tener esta comunicación como la mejor se debe tener en cuenta la demostración del interés no solamente propio sino como equipo, entendimiento sobre los demás con respecto a sus emociones, su expresión ante las opiniones personales se genera de forma respetuosa y el lenguaje corporal adecuado resulta beneficioso.

Ahora bien, después de tener claras las comunicaciones interpersonales, es necesario identificar los estilos de liderazgos que se manejan en una organización o empresa. Este es un desafío que las compañías tienen dado que, de aquí dependerá el clima laboral adecuado para todos los trabajadores, de este modo se podrán cumplir a cabalidad los objetivos organizacionales.

Además, cuando se habla de liderazgo, se menciona y se identifica el conjunto de habilidades con las que cuenta la persona que está a cargo, esta misma genera una influencia ya sea positiva o negativa sobre toda la conducta del equipo y, se busca perseguir siempre un objetivo en común en tanto este sea positivo, porque cuando es negativo, sólo creará un estrés que se verá reflejado en la disminución de los resultados [4].

Existen distintos tipos de liderazgo, los cuales algunos pueden llegar a ser negativos y es en este punto donde se debe dar un cambio, Estos son clasificados como delegativos, autocríticos, participativos, transaccionales y transformacionales. La importancia de esto, se basa en el grado de sinergia que se desarrolla con los equipos, al tener una mayor preocupación tanto de las personas como de los objetivos hace que la orientación de la conducta cambie y se diseñen estrategias de mejora [5].

Pero, ¿Cómo se puede identificar realmente si se tiene un equipo o grupo de trabajo? Para responder esta pregunta, es necesario saber que estos términos son distintos y tienen diferencias puntuales. Por ejemplo, un equipo de trabajo es considerado como un liderazgo compartido por varias personas, su responsabilidad es tanto individual como colectiva, se tiene un objetivo específico pero contribuye al conjunto de la organización, los resultados que se tengan se vuelven colectivos y se fomentan discusiones abiertas en donde se dan soluciones a los problemas de manera activa con eficiencia y eficacia.

A diferencia de un equipo, un grupo de trabajo está enfocado a la posesión de un líder que se centra en una sola tarea, la responsabilidad de los resultados se hace de manera individual, el resultado del trabajo es de su responsabilidad y se tienen solo reuniones informativas [6].

Ante este último método de trabajo, se pueden tener consecuencias negativas sobre el estrés en el individuo expuesto a altos niveles por un periodo de tiempo prolongado, esto se puede manifestar de forma psicológica, psicosocial y laboral. Por lo general, de forma psicológica se manifiesta por medio de alergias, problemas digestivos, trastornos del sueño, desorden musculo-esquelético y problemas de alimentación; en las cuestiones psicosociales se manifiesta el estrés con la ansiedad o depresión fática generalizada, aislamiento social, pérdida del autocuidado y pérdida de autoestima; ya en la parte laboral se puede estar perdiendo el compromiso por sus tareas, aumento de errores y mayor ausentismo o alta rotación de las personas [7].

En consecuencia, existen efectos negativos del estrés sobre la organización dado que se exponen los niveles recurrentes de la participación, productividad y coste de salud entre sus empleados. Los costos que se pueden tener sobre el mismo pueden ser tanto directos como indirectos y estos se identifican por medio de la calidad del producto, enfermedades profesionales como el síndrome de Burnout o Fibromialgia, pérdida de comunicación o distorsión en los mensajes, que a largo plazo pueden afectar la convivencia por desconfianza y perdida del respeto [8].

Así pues, para poder controlar los niveles de estrés desde el individuo es necesario generar estrategias que garanticen la afectividad personal tomando en consideración que, a mayor número de recursos disponibles, menor serán los niveles de estrés en el ámbito laboral. Es así como el clima laboral se debe no solo ver desde lo empresarial sino también en lo personal para que su percepción y emociones se vuelvan positivas según las características que se tengan.

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