¡Cuidado si una pesadilla es frecuente y te impide volver a la cama!

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Cuando éramos pequeños y nos despertabamos a la mitad de una pesadilla, inmediatamente corríamos a la habitación de nuestros padres para refugiarnos en su cama, pero realmente era difícil olvidar el miedo. Ahora que somos adultos, en ocasiones tenemos pesadillas bastante comunes que nos perturban como por ejemplo, la muerte de un familiar o el sufrimiento de un ser querido y, no poder hacer nada al respecto causando al despertar confusión y angustia.

Una experiencia compleja que ocurre rara vez y otras, con mayor frecuencia, incluso varias veces en la noche, con episodios breves, causando angustia e interrupción de sueño y, al querer dormir nuevamente, es muy difícil e imposible, ya que produce miedo. Lo importante es indagar los posibles factores que están provocando la aparición y persistencia y por tanto, evitar disfunción durante el día y así, mitigar el miedo que pueda surgir al momento de ir a dormir.

Es importante mencionar que la mente trabaja 24/7, es impresionante que ni al dormir se desconecta, porque debe reproducir sueños con la finalidad de dar relajación y permanecer dormido de seis a ocho horas mínimo. Sin embargo, algunas fallas técnicas en el proceso en lugar de tranquilizar, generan angustia, como sucede con las pesadillas. El sueño trata de metabolizar lo vivido durante el día, algunos pendientes o situaciones de angustia fuerte no permiten conciliar el sueño y por tanto, se está más expuesto a despertar asustado.

Regularmente durante la segunda parte de la noche, se suelen producir sueños de contenido perturbador, desagradables y, que los percibimos como reales. Estos están relacionados con la supervivencia, miedo, desastres o muertes, muchos de ellos provocan alteraciones del sueño como sonambulismo (deambular en sueños) y somniloquia (hablar en sueños) generando sentimientos de ansiedad, miedo, enfado, disgusto, palpitaciones y sudoración. Pero, aunque las pesadillas son comunes, el trastorno de pesadillas ocurren cuando con frecuencia interrumpe el sueño y provoca miedo a dormir.

Aunque no se conoce la causa exacta, algunos  factores que desencadenan las pesadillas son:

1. Estrés o ansiedad: Los problemas comunes pueden desencadenar pesadillas, incluso hechos adversos como la pérdida de un ser querido, mudanza o cambios importantes de la vida.
2. Traumatismos: Las pesadillas son habituales después de un accidente, lesión, abuso físico o sexual o eventos traumáticos, comunes en quienes padecen trastorno postraumático.
3. Privación de sueño: los cambios de horario hacen un sueño irregular, despertar con facilidad, reduciendo el tiempo para dormir, aumentando el riesgo de pesadillas. El insomnio está asociado a tener pesadillas.
4. Medicamentos: Algunos medicamentos como antidepresivos, medicamentos para la presión arterial, betabloqueantes, medicamentos para el parkinson o para dejar de fumar, pueden desencadenar pesadillas.
5. Abuso de sustancias: El alcohol y abuso de sustancias recreativas o su abstinencia provoca pesadillas.
6. Otros trastornos: La depresión y otros trastornos de salud mental pueden estar relacionados con las pesadillas, al igual que algunas afecciones médicas, como enfermedades cardíacas o cáncer.
7. Libros y películas de terror: Para algunas personas las películas y libros de terror especialmente al dormir están asociadas a las pesadillas.
8. Patologías: La apnea del sueño, la narcolepsia son otros factores comunes.

Los médicos se refieren al trastorno de pesadillas como “parasomnia”, un tipo de trastorno de sueño que implica experiencias indeseables que ocurren con frecuencia al estar dormido, durante el sueño y luego al despertar sufren angustia y provocan problemas con el funcionamiento diurno. Por lo general,las pesadillas ocurren en la fase del sueño conocida como movimientos oculares rápidos (sueño desincronizado) sin causa exacta. Es más común en los niños entre los tres y seis años, disminuyendo luego de los diez años, durante la adolescencia y la adultez joven, las mujeres padecen de pesadillas con más frecuencia.

El trastorno de pesadillas, hace parte de trastornos del sueño y afecciones psiquiátricas que afecta aproximadamente entre el 2% y el 5% de los adultos, caracterizado por pesadillas repetidas que  incluyen:

• El insomnio.
• La hipersomnia.
• La parasomnia (NREM).
• Trastorno de pesadillas.

A menudo, las pesadillas son comorbilidad de otros trastornos como estrés postraumático (TEPT), el insomnio, la psicosis, trastorno del estado de ánimo, ansiedad y dolor crónico. Por esta razón este trastorno se diagnostica sólo cuando las pesadillas son lo suficientemente graves para justificar una atención médica.

Adicionalmente algunos estudios vinculan las pesadillas con varios sistemas de neurotransmisores, en particular la norepinefrina, la serotonina y la dopamina y la actividad en redes neuronales afectivas como las amígdalas, el hipocampo, la corteza prefrontal media y anterior. Las personas que padecen trastorno de pesadillas tienen mayor probabilidad de tener eventos adversos que contribuyen a la incidencia de pesadillas.

Una investigación reciente en el Reino Unido, y la colaboración de investigadores de la Universidad de Cambridge, el King’s College de londres y la facultad de medicina  de UC Davis, han demostrado que las pesadillas y alucinaciones indican un aviso precoz en enfermedades autoinmunitarias como el lupus, donde cerca del 1,5 millones de estadounidenses y cinco millones a nivel global padecen la enfermedad. Enfatizando en la importancia de conocer la relación entre pesadillas y alucinaciones con una enfermedad.

Ahora bien, a nivel biológico, el dormir te carga de energía, ayuda a que los órganos descansen y funcionen mejor, así promueven la conexión de neurotransmisores que activan la memoria. Las pesadillas pueden ocasionar preocupación, ya que representan estímulos externos e internos, nuestros deseos y angustias. Entre más claridad tengas sobre las emociones y pensamientos los sueños serán más reparadores y funcionará de manera más eficiente y reparadora en nuestro cuerpo.

Si duermes bien, probablemente es menos probable tener pesadillas, algunos consejos a tener en consideración son:

1. Establecer una rutina: Para regular el ciclo del sueño es necesario organizar el día, es importante despertar temprano y avanzar con actividades para en la noche descansar.
2. Cuidar la alimentación: Cuida lo que comes durante el día, porque si consumes alimentos pesados puede producir pesadillas.
3. Descarga la energía que llevas dentro: Busca realizar actividades físicas para no sobrecargar el cuerpo de estímulos a la hora de dormir y poder descansar adecuadamente.
4. Cuidar las relaciones sociales:  La sensación de soledad, es un ambiente común donde los pensamientos negativos y la depresión son comunes, es importante mantener relaciones sociales y hacer uso de la tecnología para la comunicación con otros.

El trastorno de pesadillas puede ocasionar:

• Somnolencia diurna excesiva, ocasionando dificultades en actividades como la escuela, el trabajo, en general las tareas cotidianas.
• Problemas en el estado de ánimo, como la depresión o ansiedad por los sueños continuos que te perturban.
• Resistencia a ir a la cama o dormir.
• Pensamientos suicidas o intentos de suicidio.

Algunas estrategias para el manejo en las personas con pesadillas va desde intervenciones psicosociales y /o conductuales que pueden resultar beneficiosas en los trastornos de sueño, entre los que están:

1. Terapia cognitivo-conductual: estrategia de psicoterapia a corto plazo que intenta corregir los patrones de reacciones emocionales y comportamientos.
2. Terapia de ensayo en la imaginación: Es una sesión donde el paciente reproduce el contenido de la pesadilla y apunta a los recuerdos en un diario de sueños, con una duración de 10 a 20 minutos.
3. Desensibilización y reprocesamiento de movimientos oculares: Considerado como uno de los manejos más importantes, donde el paciente en un periodo de 30 a 60 minutos debe transferir su atención a los breves recuerdos traumáticos y sensaciones ligadas a estímulos cortos y movimientos oculares rápidos. Consta de 6 a 8 sesiones.
4. Hipnosis.
5. Relajación muscular progresiva: Terapias de relajación muscular como cara, cuello, brazos, abdomen para reducir la intensidad de miedo y tensión psíquica.

En mecanismos de acción, y la calidad del sueño hay fármacos que ofrecen beneficios a las personas con pesadillas entre los que están:

1. Fármacos receptores y adrenérgicos como la prazosina.
2. Fármacos de actividad antiserotoninérgica.
3. Fármacos antipsicóticos atípicos.
4. Fármacos antidepresivos.
5. Fármacos antiepilépticos.

Debido a la falta de estudios científicos y a las limitaciones metodológicas, es complicado recomendar fórmulas precisas en el manejo de las pesadillas. Sin embargo, para los pacientes puede resultar accesible las terapias y tratamientos hasta ahora proporcionados por los profesionales de la salud.

En conclusion, las pesadillas son sintomas de un trastorno derivado a enfermedades de salud mental, donde la mente inconscientemente trata de jugar con toda clase de sentimientos en sueños perturbadores que dificultan la vida diaria, el estado de animo y llevar a intentos de suicidio o empeorar la enfermedad. Aunque alrededor del 90% de la población ha padecido alguna vez pesadillas, debemos preocuparnos y buscar ayuda en el momento en que estos sueños desagradables interrumpan la vida cotidiana  y la tranquilidad. En Neighbor ‘s consejo, los profesionales de la salud tienen las capacidades médicas para brindar alternativas de manejo en enfermedades del sueño, completamente gratuitas para un mejor bienestar emocional.

REFERENCIAS

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