No es el tiempo, es el mal uso lo que vuelve las redes sociales un riesgo.

Por: Neighbors’ Consejo|

La mayoría de los niños y jóvenes de esta generación, conocieron el mundo vinculado a los sistemas de internet. En gran parte de los hogares, existen dispositivos móviles (celular, Tablet, computador, etc.), a través de los cuales se nos permite estar conectados con el mundo, lo que ha configurado a las redes sociales como parte esencial de la vida del ser humano en la actualidad.

Ahora bien, las redes sociales son plataformas digitales de gran utilidad para las personas, puesto que ayudan a interactuar y compartir información con gente de todo el mundo y, así establecer relaciones interpersonales, posibilitando el intercambio de ideas a partir de diferentes formatos, como, por ejemplo: documentos, videos e imágenes. Su utilización influye en aspectos personales, sociales y hasta laborales, pues actualmente se han convertido en una herramienta indispensable a la hora de hacer negocios. Y, es que según datos del portal web IEBS Digital School, aproximadamente el 45 % de la población mundial utiliza redes sociales, con mayor incidencia entre los jóvenes de 16 a 25 años y, dentro de las más utilizadas, se encuentran: Facebook (87%) y YouTube (68%), en tercer lugar, Instagram (con un promedio entre 49% y 54%), seguida por Twitter con un 50% y LinkedIn con un 57%. [1]

Es importante tener en cuenta que, si bien las redes sociales brindan muchos beneficios al usuario, también pueden convertirse en una fuente de efectos negativos. Durante las últimas décadas, varias investigaciones han surgido alrededor del tema, tratando de establecer si el uso excesivo y problemático de las redes sociales podría llegar a considerarse como patológico y así clasificarlo como un trastorno mental.

En este sentido, Mark Griffiths de la Universidad de Nottingham Trent, encontró en sus que “una compulsión tecnológica como la ‘adicción a las redes sociales’, trae consigo signos comportamentales similares a las adicciones químicas como fumar o el alcoholismo, e incluyen cambios de humor, aislamiento social, conflicto y recaída”. Para este autor, la problemática trasciende cuando la persona no logra diferenciar entre un uso saludable y uno conflictivo, por la afectación negativa que le representa en la vida. Así mismo, precisa, que no solo la cantidad de tiempo resulta ser indicativo del uso problemático, puesto que interfieren más factores que aún no se han investigado [2].

En efecto, dentro de las múltiples adicciones al Internet, por mencionar algunas, la adicción a la navegación web, a las apuestas o compras en línea, la adicción cibersexual, etc., la adicción a las redes sociales parece estar en los últimos lugares para ser comprendida como patológica, ya que el principal interés para su uso es establecer y mantener relaciones tanto en línea como fuera de ella [3]. Incluso algunas investigaciones, sugieren grandes aportes a la hora de construir la identidad, como espacio para la creación de vínculos con otras personas en tiempo real, así mismo, como apoyo social en línea y para la construcción del bienestar psicológico [4].

Por otro lado, si bien las investigaciones muestran las dos versiones beneficios – desventajas de las redes sociales, es importante reconocer que la incidencia de estas herramientas en la vida de cada persona, dependen en gran parte del uso que se le dé, la motivación y de las características propias del usuario. Revisemos con este ejemplo: Un individuo que con el ánimo de ampliar su círculo social acude a un bar para conocer gente en vez de usar las redes sociales, no podría decirse que el medio a través del cual busca relacionarse es el problema, el bar solo presta un servicio como lo hace la red social, acá el problema incluye diferentes variables, como podría ser el riesgo de consumo excesivo de bebidas alcohólicas o sustancias ilícitas. Tal como sucede en el caso de la web que la problemática resultaría no de plataforma en sí, sino de la actividad que resulta de ella, por ejemplo, un adolescente que disminuye su rendimiento escolar, por estar horas en sus redes sociales.

Es justo en ese momento donde debe preocuparnos el uso excesivo de las plataformas, cuando afecta la funcionalidad del individuo. Algunas señales de alarma, podrían derivarse de algunos comportamientos como: El tiempo de conexión es anormalmente alto; el descuida actividades y relaciones importantes, como la familia, las amistades, el estudio, trabajo o el cuidado de la salud; el pensar en la Red o en el “dispositivo electrónico” de forma constante y sentirse excesivamente irritado por la falta de conexión, o al contrario sentirse eufórico al estar frente del estímulo; mentir sobre el tiempo real de conexión y/o perder la noción del tiempo, entre otros [5].

No obstante, como con toda problemática existen factores de riesgo que aumentan la vulnerabilidad a caer en una adicción: algunos de los más destacados para este caso, son [6]:

1. La edad: Principalmente los niños y adolescentes, debido que se encuentran en etapa de desarrollo donde son más vulnerables.
2. Características de personalidad y estados emocionales: Como la impulsividad, búsqueda de sensaciones, timidez excesiva, baja autoestima y estilos de afrontamiento inadecuados, así como estados de disforia, fatiga, preocupación, bajo estado de ánimo, etc.
3. Factores situacionales: Incluyen la aceptabilidad social, la disponibilidad, la capacidad de acceso.
4. Necesidades implícitas insatisfechas: Enmascarado en el placer por obtener por ejemplo el último celular.
5. Factores familiares: Patrones de educación, estilos familiares más rígidos o permisivos, y que pueden estar relacionados con dificultades de autocontrol o autorregulación.
6. Factores sociales. El aislamiento social o los vínculos con personas que hacen un uso desmesurado de estos dispositivos y plataformas.

Finalmente, es necesario comprender que las redes sociales son herramientas para el ser humano, que, si bien resultan ser bastante útiles, es necesario que cada persona tome conciencia acerca de las consecuencias negativas por uso excesivo y mal uso de estas. Y de ser necesario, busque ayuda profesional que le ayude a intervenir la problemática de forma efectiva. Tenga en cuenta que todo aquello que nos resulta placentero tiene el riesgo de convertirse en adictivo, por eso es importante el control que usted le dé a sus pensamientos, emociones y conductas.

Si tiene dudas sobre cómo empezar puede consultar la página https://www.moncloa.com/2023/03/12/salud-mental-tecnologia-1888607/ para obtener algunos consejos sobre cómo puede usar mejor su tiempo en la web.

Referencias:

[1] https://www.iebschool.com/blog/medios-sociales-mas-utilizadas-redes-sociales/

[2]https://www.bbc.com/future/article/20180118-how-much-is-too-much-time-on-social-media

[3]https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3194102/

[4]https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=7009152

[5]https://www.aesed.com/descargas/revistas/v37n4_5.pdf

[6]https://www.psicologosmadridcapital.com/blog/adiccion-nuevas-tecnologias-factores-riesgo/