¿Causa la somnolencia enfermedades graves?

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En ocasiones, y tras una mala noche, es posible padecer somnolencia al día siguiente. No obstante, sí es una situación que se prolonga con el tiempo puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de una persona, interfiriendo en la capacidad de concentración, toma de decisiones y actividades diarias. Además de estar en riesgo de accidentes, particularmente en situaciones que requieren atención y alerta, como conducir vehículo u operar máquinas pesadas.

La somnolencia es una sensación común, como respuesta normal y saludable al cansancio o la falta de sueño. Al presentarse de manera inapropiada, puede ser indicativo de trastorno de sueño y otros factores comunes en la falta de sueño como: apnea del sueño, síndrome de piernas caídas, depresión, ansiedad, estrés, anemia, hipotiroidismo, parkinson, esclerosis múltiple y algunos tipos de demencia.

En sí misma, la somnolencia no es una condición médica, sino un síntoma que puede indicar problemas de salud, que con frecuencia causa fatiga y apatía y una somnolencia excesiva, la dificultad para conciliar el sueño y permanecer dormido y el hecho de despertarse antes de lo deseado, es algo frecuente en edades adultas y algunos jóvenes. Cerca de un 10% de los adultos sufren insomnio de larga duración (crónico) y aproximadamente un 30 y 50% lo padecen de vez en cuando.

La somnolencia puede ser de diferentes tipos:

1. Insomnio de conciliación: dificultad para  conciliar el sueño, el organismo no está preparado para dormir a la hora que se considere habitual. La calidad del sueño es poco reparadora.
2. La somnolencia diurna excesiva: se refiere a estar exageradamente somnoliento durante el día, tiene origen en:
3. La necesidad de dormir  más a pesar de haber dormido sin privación de sueño, denominado síndrome de sueño insuficiente.
4. La apnea obstructiva de sueño: un trastorno donde la respiración  se interrumpe con frecuencia durante el sueño.
5. Trastornos mentales y neurológicos como encefalitis, meningitis o tumores cerebrales, que afectan los músculos y huesos.
6. Trastornos que alteran el horario interno del sueño, llamado también trastorno de desfase de horario(jet lag) y trastornos asociados a trabajos por turnos

Entre las causas frecuentes del insomnio, en línea general están:

• Malos hábitos del sueño: como beber cafeína, hacer ejercicio a altas horas de la noche, consumir alimentos en horarios inadecuados, horarios irregulares para acostarse o despertar.
• Trastornos mentales como, depresión, ansiedad, trastornos de abuso, sustancias o alcohol.
• Dolores crónicos, como cardiacos, huesos o músculos.
• Turnos de trabajo muy variables.
• Apnea del sueño.
• Narcolepsia.
• Diabetes.
• Medicamentos que influyen en el sueño como tranquilizantes o somníferos.
• Hipercalcemia: exceso de calcio en la sangre.
• hipotiroidismo.
• Falta de sueño.
• Padecer Glioblastoma Multiforme.
• Padecer hidrocefalia.

La gran mayoría de trastornos mentales están acompañados de insomnio y somnolencia diurna excesiva, alrededor de un 80% en personas con depresión la sufren y un 40% aquellos con trastorno de ansiedad. De igual manera cualquier dolor o malestar físico empeora con el movimiento, ocasionando despertarse brevemente y alterar el sueño.

Algunas medidas preventivas para evitar la somnolencia a tener en cuenta son:

• Beber mucho líquido.
• El consumo de productos estimulantes como café o té, pueden aumentar los niveles de alerta, aunque su consumo debe ser moderado.
• Evitar alimentos pesados.
• Consumir alimentos ricos en hierro.
• Evitar tareas monótonas.
• Evitar ambientes calurosos.

Algunos signos de alarma, que puede llegar a ser preocupantes y se debe acudir al médico con prontitud  son:

• Quedarse dormido mientras conduce o durante situaciones potencialmente peligrosas.
• Quedarse dormido de forma repentina y frecuente.
• Dejar de respirar durante el sueño o despertar con respiración bloqueante o sensación de asfixia.
• Moverse con violencia o herirse a sí mismo o a otros durante el sueño.
• Sonambulismo.
• Un trastorno cardíaco o pulmonar no estabilizado.
• Crisis de debilidad muscular (cataplexia).

Entre los tres métodos que determinan la somnolencia están:

1. Mediciones de comportamiento: La observación de comportamientos del individuo, el más conocido es el bostezo, el cierre ocular o pestañeo y expresiones faciales como cabeceo. El test de funcionamiento mide los efectos de la somnolencia, con ayuda del test de vigilancia psicomotora y los simuladores de manejo.
2. Autoevaluación de la somnolencia mediante escalas: Son los más baratos, simples y fáciles instrumentos para medir la somnolencia subjetiva.
3. Mediciones directas electrofisiológicas: Está diseñada para cuantificar la somnolencia de manera objetiva.

Entre el método más habitual en estudios  para un correcto diagnóstico está el estudio de Test de Latencias Múltiples, utilizado para entrar en un sueño en cinco siestas separadas por dos horas, durante el mismo dia, ademas este test sirve para saber si el paciente entra en REM (movimiento ocular rápido) a los pocos minutos del inicio del sueño en dos o más siestas, el diagnóstico será positivo para narcolepsia, una enfermedad genética habitual de problemas de sueño.

El tratamiento para cualquier trastorno del sueño comienza desde las medidas de orden de horarios, cuidando el sueño nocturno, manteniendo horarios fijos de acostarse y levantarse y una siesta diaria. De igual manera, se puede recurrir a bebidas estimulantes como el café o té, y en casos más graves se utilizan estimulantes como la Pemolina magnésica y los derivados de anfetaminas.

Se debe tener en cuenta, que el uso de fármacos utilizados para la captación de la serotonina en el tratamiento de estos trastornos producen algunos síntomas como cataplejía, parálisis o alucinaciones.

Una de las alteraciones más importantes por la somnolencia, es la afectación en la conducción. La administración nacional de seguridad del tráfico de carreteras (NHTSA), publicó en Washington D.C., un informe sobre la estimación de muertes en choques de tráfico para 2024. Donde se estima que un 8.650 personas murieron por esta causa en el primer trimestre del año. Esto representa una disminución de alrededor de 3.2% en comparación con las 8.935 muertes durante el mismo periodo en el 2023.

Dejando en evidencia las alteraciones en las funciones sensoriales que en general se ven afectadas, algunas de ellas y la más importante la vista y fatiga ocular produciendo deslumbramientos que hace que  el tiempo de reacción en el volante sea bajo, la dificultad para mantener la concentración en el tráfico especialmente en entornos monótonos y de poco movimiento vial. La somnolencia hace que tardes más tiempo en procesar la información del ambiente y poder reaccionar rápidamente. Y, si a esto le sumamos que en estados de somnolencia los músculos se relajan y los movimientos serán más lentos y menos precisos, apareciendo temblores en manos y otras partes del cuerpo dificultando la reacción ante señales de stop, sin fijar previamente el momento de venir otro auto.

Ahora bien, no menos importante, los microsueños, donde por segundos te quedas ligeramente dormido y permanecer  ajeno a lo que ocurre en el tráfico, siendo este uno de los causantes de accidentes de extrema gravedad, algunos conductores con somnolencia pueden sentirse más nerviosos e incluso más agresivos, de ahí la importancia de tener hábitos saludables de sueño y ser responsables con el bienestar físico y emocional propio y el de los demás.

En conclusión, la somnolencia es un estado de obnubilación ligero de conciencia  de causa desconocida, secundaria a afecciones como la depresión, ansiedad, estrés y trastornos de sueño. Es importante emprender campañas de orientación que mejoren la percepción de la higiene de sueño que ayude a prevenir y disminuir los problemas derivados a esta condición, con el objetivo de mejorar la calidad de vida.

REFERENCIAS

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